Es el momento de moverse en bici más a menudo, aunque no sé si hoy es el mejor día: el calor ha sido fuerte y el 50% de humedad no deja más que aumentarlo. Cuando salgo a las 6:30, todavía se siente como si el aire estuvieran estancado en un globo cálido. Tal vez por eso no hay mucha gente en el camino. Por eso y porque es puente (mañana es Memorial Day): la gente está de fin de semana o de picnic con amigos y familia. La ciudad también se siente muy vacía.
Llevo la cámara pero no me paro hasta que no hago casi la mitad del recorrido. Siempre me gusta pararme al salir de esta curva desde donde veo campos que me dejan comprobar el pulso de la estación con su tierra recién plantada o con el maíz ya crecido algunos meses después
La luz de la tarde la adorna y el calor la seca. Las grullas buscan la sombra del árbol
Aunque no haya mucha gente en la ruta,
y sólo la habiten los de siempre
otros son sus visitantes
Me acerco con cuidado pero solo me deja dar dos pasos más. Su oido es demasiado preciso. Cuando se va, me quedo contemplando el sauce que es otra de las marcas del camino
Poco más adelante, paro de nuevo
No está sola
Se separan del camino buscando al pequeño y luego vuelven a iniciar su ruta
Yo también sigo.
Cambio un poco mi ruta. Se está haciendo tarde pero me acerco a ver a unos amigos que están pasando la tarde junto al lago. Para cuando llego, el sol ya ha empezado a bajar y a vestir al Capitolio con otras galas
Te invita a sentarte, a mirar
lo mismo que ellos
Así son los momentos en Madison en puentes de verano anticipado.
Agotando la luz, paro de nuevo cerca de Vila. El sol se va perdiendo en su propio reflejo con la misma lentitud del aire
en un leve murmullo
Yo también me quedo quieta en ese rincón
donde hasta el agua abre sus ojos para dejarse llenar de luz
Llenarse de luz
7 comentarios:
Un espectáculo, bien vale la pena vivir ese invierno tan frío por ver esta primavera radiante ¡qué envidia!
Hasta ahora no me había fijado en que podría hacer una broma con el nombre de esa ciudad tan hermosa en la que vives... y es que resulta toda una tentación titular esta entrada "Los puentes de Madison". Ya sé que el título original habla del "condado" de Madison, pero al oirte decir que estabais de puente... uno que es así de chorras!!
Como siempre un placer pasear de tu mano por esos senderos.
Un bico ;-)
Maravilloso recorrido y qué agradables la soledad y la compañía.
Delicioso el recorrido y magistral la forma en que nos has llevado de la mano por él: has conseguido que también nosotros nos llevemos una sorpresa en una curva con la familia de grullas y nos quedemos extasiados en otras con los reflejos en el agua para finalmente finalmente sentarnos a gozar en esa butaca de madera...
Saludos.
Excelentes fotografias....
Cumprimentos
Un paseo maravilloso. Madison está precioso, qué maravilla de naturaleza... Qué suerte, Raquel. Un beso.
Pedro,
perdón por el retraso en contestar a tu comentario. Los días se escapan de las manos. Lo bueno es que seguimos con un tiempo de lujo. Ayer repetí ese recorrido. Genial.
Besos
Bandera,
sí señor, ahí está la conexión y la sonrisa ;-)
José,
y la paz. Eso es lo que estos caminos tienen.
Rafael,
gracias. Creo que tú describirías todo eso con una belleza y sensibilidad indiscutibles.
Un beso
Fernando,
gracias, mi querido fotógrafo
Leo,
¡cuánto tiempo! Ahora voy a verte
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