El año pasado hicimos ese recorrido por primera vez y ahora volvemos. Reconocemos ese maridaje de mar y montaña, el verde de algunas laderas, la roca horadada de otras. Recordamos el camino de Agaete a Las Palmas, el paisaje de invernaderos, las casitas poblando mucho de un espacio que es fácil imaginar inviolado.
Nos encontramos con Paco y vamos a Ingenio, esa pequeña ciudad de unos 30,000 habitantes que tan importante fue para la industria azucarera del siglo XVII. Caminamos buscando la plaza donde está la iglesia de su patrona, la Virgen de la Candelaria
Ahí está, blanca. Faro de navegantes su cúpula, la luz que les guía
Y caminamos sus calles estrechas y límpias
envueltas en ese aire sereno de la isla,
ese aire que regala flores y amables colores
y se deja sentir en su propia calma y tranquila belleza. Así son algunas ciudades.
Hacemos una parada para comer en uno de los restaurantes asentados en los miradores que abren los párpados al Barranco de Guayadeque. Elegimos Tagoror, dentro de la montaña. Elegimos ensalada, cherne sancochado que sirven con gofio y otras viandas, y cabra en cuchifrito
Luego caminamos hasta el Barranco y como otras veces, las fotos no pueden mostrar la belleza de esos lugares en los que la dimensión de espacio te envuelve, la tierra dura, el color de la montaña, el hueco, el mar al fondo
Para hacer tiempo antes de ir a escuchar el Festival Internacional de Folklore, nos acercamos a Agüimes, muy cerca de Ingenio. Más pequeña aún, más tranquila
Las calles son un museo de estatuas y homenajes. En la plaza donde tomamos café la chelista nos acompañaba
Un poco más allá,
la pareja de amantes conversaba
Agradezco los espacios cuidados, la recuperación de patios y vegetación autóctona
Agradezco también la recuperación de tradiciones musicales, el gusto por la música y la organización de festivales que, con más o menos recursos, y sabiendo lo que esas representaciones "folklóricas" seleccionadas implican, ayudan a que nos reconozcamos como grupos humanos
Agradezco también, haber tenido la oportunidad de escuchar por primera vez en vivo a Yeray Rodríguez. Otro de esos grandes únicos
1 comentario:
Tengo pendientes las mayoría de las islas. Las hacía más turísticas, con más gente, pero ya veo que también hay rincones tranquilos, alejados de las multitudes.
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