No hemos salido temprano y la luz se nos escapa demasiado rápido,
pero ahí están los colores de invierno, los robles desnudos, las hojas caídas y el camino cerrado de hojas y helechos,
uno de los castaños milenarios coronando la orilla, sosteniendo el alma de la tierra
Pero sí, la noche llega demasiado pronto y el camino se nos pierde en ese rápido fragmento en el que el cielo le roba todo al suelo
y juega caprichoso para que otros sean protagonistas
Cerca ya del pueblo, de vuelta a casa
1 comentario:
Agradable paseo! Sintiendo la brisa como suavemente araña la cara, pasos reconocibles. Sentir como la tenue luz de la tarde nos envuelve lentamente, típico paisaje invernal, veredas engalanadas de follaje, árboles desnudos que dan paso a ver más allá de su frondosidad y olor a humo, ese humo de chimenea que evaporan esas techumbres, a pesar que ya no hay tantas casas que dispongan de ellas, sigue como antaño, cuando llega esta época, ese olor a leña que lo envuelve todo. Agradecido, un abrazo.
Marga y J.M.
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