Ahí nos quedamos, detenidas. Era domingo. Éramos nube sostenida. El aire tenía otra vida y nos tendía su ancho hilo, sin peso. Otra altitud, otro delirio, otra forma de entender.
Era parte de las verdades de todos estos días. Nosotras juntas. Días luminosos de silencio legítimo y claro.
Ahí nos quedamos, con el silencio y lo ilimitado
Y cada tarde y cada atardecer, un recorrido. Juntas