domingo, diciembre 23, 2018

Mar de nubes




Ahí nos quedamos, detenidas. Era domingo. Éramos nube sostenida. El aire tenía otra vida y nos tendía su ancho hilo, sin peso. Otra altitud, otro delirio, otra forma de entender.
Era parte de las verdades de todos estos días. Nosotras juntas. Días luminosos de silencio legítimo y claro.

Ahí nos quedamos, con el silencio y lo ilimitado




Y cada tarde y cada atardecer, un recorrido. Juntas

jueves, diciembre 06, 2018

En la retina, en la piel


Estos árboles permanecen en nosotros. Son un referente constante.
Son casa y volver a ella, recobrar el centro que nos da fuerza.


Envejecemos como los troncos y las ramas. 

Envejecer no es detenernos ni entristecer cuando el surco de nuestra piel se va haciendo más profundo. Ese surco recorre otros litorales y en el recorrido está nuestra vida. Es nuestra vida.


Este espacio está siempre con nosotros. Volver a él es ser niño y adulto en el instante, pasado y presente, punto de encuentro. 



Como el sonido de los campanillos de las cabras, generosas y valientes, sabias calculadoras 







Estas siluetas son nuestra retina, nuestra piel. Reconocemos el roce, el olor, la mueca, las razones y el sentimiento profundo