Regresamos para un tono, una peña entre amigos en la que todos tocan y cantan. Es una de esas cosas a las que jamás tienes acceso a no ser que conozcas a alguien del lugar. Fuimos tamibén a escuchar música a la peña Don Porfirio y como hace una semana, el gusto de estar ahí y de vivir de cerca esta música afroperuana es único.
Hoy volvemos a dar un paseo por la ciudad y vemos la Lima del primer día cuando llegué. Claro que la forma de mirarla es diferente y los pasos se sienten distintos. Sé la ruta, entiendo un poco más el color. Vamos cerrando el círculo porque hoy es la despedida. Caminamos por el parque junto a la iglesia de Miraflores, donde están montando una toldo con sillas para poder ver la final de la copa de Europa de fútbol (España y Alemania, imposible dejarlo de lado porque todo el mundo apoya a España y quien sabe que soy de allí, lo primero que dicen es: "vamos a ganar, pues"







Ha sido un viaje fantástico, con mucho de personal, amigos, música, buena comida y paisajes, ciudades y comunidades inolvidables. Mañana será transición. Dos aviones y varias horas de vuelo tal vez ayuden en el proceso. Sé que me llevo muchos recuerdos y mucho vivido. Todo lo impagable.
Juan Luis, muchas gracias por habernos llevado de la mano en este viaje y hacer que todo fuera un poco más especial. Por fin he podido ver y vivir tu Lima y un trocito de tu país, entender un poco mejor todo aquello de lo que siempre hablabas.
Nos vemos el martes en Madison.