Esa pequeñísima hoja es parte de un atardecer que asoma vital mirando de abajo hacia arriba
y sutilmente escoge sus rincones
Hace poco comentaba que me gustan mucho estos días largos y cálidos porque cuando termino de trabajar, todavía queda un rato de luz. Es como robarle al día un rato más de sus maravillosos hilos, recogerlos y echártelos al bolsillo para tejer un algo más, lo que sea.
Son las siete y media y todavía tengo una hora antes que se haga de noche. Cojo la bicicleta y sin pensarlo mucho voy hacia al Arboretum.
Todas las sensaciones vuelven de nuevo. La memoria es ese tesoro que a cada uno nos pertenece y las sensaciones son así, algo que las provoca y el tiempo que traspasa métaforas de presente y pasado para subirse al tren del instante.
El perfume de las lilas todavía se siente pero ya son pocas las que quedan. Un poco más allá, el tramo de carretera cubierto de árboles y humedad, casi oscuro, penetrante. Y ahí está el lago Wingra, sus juncos
y sus pájaros en un concierto infinito a estas horas del día. Ahí está, uno más, ¿te acuerdas?
y el sol pidiendo su descanso, el agua tejiendo sus cinco,
tal vez diez minutos de pasión
Así es.
Luego todo parece quedarse en calma por un momento
y ni siquiera esta silueta rompe el equilibrio
que magnético te lleva
Así es.
Ahí, eterno y fugaz el momento
Sigo camino y termino mi ruta junto al puente del parque
No quiero salir de ese pequeño recinto por el que he venido y decido regresar por donde he venido ahora que ya vuelvo a recordar todas las cuestas y cómo economizar energías.
(Tengo que comprar gafas especiales para cuando salgo en bici, esas que no dejan que los mosquitos aterricen en los ojos).
viernes, mayo 29, 2009
jueves, mayo 28, 2009
martes, mayo 26, 2009
Un momento
Salgo un momento antes de que oscurezca. Huele a verde, a flor. Todo sigue su ritmo y el crecer no se detiene,
lluvia y sol construyendo esta primavera matizada de verdes
Todo está bien
Ese momento afuera me deja moverme a otro lugar en el que no hace falta nada. Vaciar el pensamiento, olvidar razones. Todo está ahí,
vertido en su propio enfoque
lluvia y sol construyendo esta primavera matizada de verdes
Todo está bien
Ese momento afuera me deja moverme a otro lugar en el que no hace falta nada. Vaciar el pensamiento, olvidar razones. Todo está ahí,
vertido en su propio enfoque
domingo, mayo 24, 2009
Dulzura
No sé quién estaría contando la historia o qué estarían contando pero para cuando entro en el cuarto junto al salón donde hemos tenido el recital, ver a estos pequeños y mayores alrededor de la mesa me llena el corazón de alegría
Ver y sentir sus risas,
y comprender la plenitud del momento
es impagable,
Ver y sentir sus risas,
y comprender la plenitud del momento
es impagable,
como lo son esas miradas cargadas de vida
viernes, mayo 22, 2009
Árboles de día y tiempo
Parece que ha estado haciendo mucho calor allí y que el verano llegó de repente, demasiado temprano. Aunque sólo por un par de días, como aquí. Después de las lluvias de este mañana, el día aclaró y se puso un vestido tan bonito que fue imposible no salir en bicicleta para perderse entre costuras, dobladillos y bolsillos.
Media hora en bicicleta desde casa al centro. Una vez pasada la parte del campus, acorto por calles que van a dar al Capitolio. Nunca he hecho esta ruta en bicicleta, siempre en coche. ¡Qué distinto se siente todo! Es otra ciudad. No sólo por moverse hasta aquí en bicicleta sino porque todavía no puedo quitarme de la cabeza el largo invierno y cómo en pocas semanas la exuberancia de verdes y florecer lo ha poblado todo.
He quedado para comer con un amigo y he tenido que darme prisa en el recorrido. No he podido pararme por el camino pero ahora ya, aunque un poco tarde, me queda un minuto para hacer la foto del sitio donde está el restaurante al que voy, uno de los edificios más antiguos que de la ciudad
Al otro lado de la calle, algo no tan antiguo pero que parece ser transición entre lo de entonces y lo de ahora
Pero creo que lo que me asombra de hoy son los colores, la viveza, la luminosidad del día que pone un punto de color
a todo y en todo
Sí. Por fin podemos sentarnos en el patio y empaparnos de aire cálido
Vuelvo a casa por el camino largo. No sólo por la ruta que elijo sino porque ahora ya no evito pararme a hacer fotos. El lago Monona vuelve a estar de fiesta, sus orillas acicaladas de verdes y ramaje,
sus habitantes flotando silenciosos y ensimismados
Aunque no hay tanta gente como por las tardes, comparto el camino con otros,
miro a lo lejos junto a alguien más
y mientras ellos piensan, yo también me preparo para seguir camino
A pesar de que me gusta mucho, hace tiempo que no paso por esta vereda junto a Monona Terrace
Sigo pensando en el contraste con el lago helado, su inmovilidad, la pausa detenida.
Otra luz ahora, sonrisa, piel despierta.
Siempre lo digo, es ese poder de renovación, de transformación y cambio. ¡Tan evidente aquí en Madison...! No podríamos sobrevivir si no fuera así.
Siempre lo digo, es el paso del tiempo y nosotros en él, ese sentir la fuerza de la vida y saber que sigue mereciendo la pena
Sigo camino. Paso de uno a otro verde, de un espacio a otro. Hay mucha fuerza en cada uno de nuestros recorridos, los cotidianos y los menos ordinarios
Muchos matices en todo lo que hacemos y de nosotros depende el darles o no validez
Muchas razones para comprender que la transformación es parte del recorrido y que entender el proceso es vivir un poco más a fondo
Muchos caminos que descubrir en y desde uno y los otros
Muchas razones poderosas y distintas, las tuyas, las de los demás; el árbol transformando el camino, acompañando el silencio con su presencia infatigable y cierta
Media hora en bicicleta desde casa al centro. Una vez pasada la parte del campus, acorto por calles que van a dar al Capitolio. Nunca he hecho esta ruta en bicicleta, siempre en coche. ¡Qué distinto se siente todo! Es otra ciudad. No sólo por moverse hasta aquí en bicicleta sino porque todavía no puedo quitarme de la cabeza el largo invierno y cómo en pocas semanas la exuberancia de verdes y florecer lo ha poblado todo.
He quedado para comer con un amigo y he tenido que darme prisa en el recorrido. No he podido pararme por el camino pero ahora ya, aunque un poco tarde, me queda un minuto para hacer la foto del sitio donde está el restaurante al que voy, uno de los edificios más antiguos que de la ciudad
Al otro lado de la calle, algo no tan antiguo pero que parece ser transición entre lo de entonces y lo de ahora
Pero creo que lo que me asombra de hoy son los colores, la viveza, la luminosidad del día que pone un punto de color
a todo y en todo
Sí. Por fin podemos sentarnos en el patio y empaparnos de aire cálido
Vuelvo a casa por el camino largo. No sólo por la ruta que elijo sino porque ahora ya no evito pararme a hacer fotos. El lago Monona vuelve a estar de fiesta, sus orillas acicaladas de verdes y ramaje,
sus habitantes flotando silenciosos y ensimismados
Aunque no hay tanta gente como por las tardes, comparto el camino con otros,
miro a lo lejos junto a alguien más
y mientras ellos piensan, yo también me preparo para seguir camino
A pesar de que me gusta mucho, hace tiempo que no paso por esta vereda junto a Monona Terrace
Sigo pensando en el contraste con el lago helado, su inmovilidad, la pausa detenida.
Otra luz ahora, sonrisa, piel despierta.
Siempre lo digo, es ese poder de renovación, de transformación y cambio. ¡Tan evidente aquí en Madison...! No podríamos sobrevivir si no fuera así.
Siempre lo digo, es el paso del tiempo y nosotros en él, ese sentir la fuerza de la vida y saber que sigue mereciendo la pena
Sigo camino. Paso de uno a otro verde, de un espacio a otro. Hay mucha fuerza en cada uno de nuestros recorridos, los cotidianos y los menos ordinarios
Muchos matices en todo lo que hacemos y de nosotros depende el darles o no validez
Muchas razones para comprender que la transformación es parte del recorrido y que entender el proceso es vivir un poco más a fondo
Muchos caminos que descubrir en y desde uno y los otros
Muchas razones poderosas y distintas, las tuyas, las de los demás; el árbol transformando el camino, acompañando el silencio con su presencia infatigable y cierta
miércoles, mayo 20, 2009
¿Ya llega?
Una siesta temprana de día de verano
Así es como se siente el día hoy. Hace una semana que terminaron los exámenes y las clases. El campus está vacío. Una tranquilidad nueva en todo. Hay espacio de sobra, hay momentos para sentarse afuera sin tener que mirar cinco veces el reloj. Hasta el moverse en bicicleta se siente más relajado y casual. Llegar a destino puede esperar un momento
Así es esta época en Madison hasta que comience el semestre de verano dentro de dos o tres semanas.
Y cuando parece que ese ritmo es ya casi parte de la ciudad, todavía me admira ver árboles y flores llenando el espacio
¿Ya llega el verano?
Así es como se siente el día hoy. Hace una semana que terminaron los exámenes y las clases. El campus está vacío. Una tranquilidad nueva en todo. Hay espacio de sobra, hay momentos para sentarse afuera sin tener que mirar cinco veces el reloj. Hasta el moverse en bicicleta se siente más relajado y casual. Llegar a destino puede esperar un momento
Así es esta época en Madison hasta que comience el semestre de verano dentro de dos o tres semanas.
Y cuando parece que ese ritmo es ya casi parte de la ciudad, todavía me admira ver árboles y flores llenando el espacio
¿Ya llega el verano?
martes, mayo 19, 2009
Artificial y natural
Día hermosísimo de primavera, largo y brillante, los verdes y sus transparencias jugando sin descanso.
Día sin descanso, uno más, no sólo por razones de trabajo sino por esas cosas añadidas que surgen cada día.
Hoy por fin acabo con una tarea pendiente que llevaba tiempo con ganas de hacer, parte de esas tareas que los creadores de programas para ordenadores nos obligan a hacer. Mi pobre PowerBook G4 está dando las últimas. Le pasa el turno a un MacBook Pro (que espera portarse tan estupendamente como su tatarabuelo). En el 2002 utilizábamos el sistema 9. Ahora estamos en 10.4. El programa de notación musical que utilizaba entonces ya no lo actualizan y no funciona en el sistema 10. Los nuevos ordenadores no vienen con la posibilidad de cambiar de sistema, que es lo que hasta ahora he podido hacer para acceder a las partituras que tenía en Mosaico. ¿Solución? Convertir todos las partituras a pdf para luego poderlas abrir en otros programas de música como Sibelius o Finale.
Parece que esto pasa constantemente con todo tipo de programas.
Así es el mundo de los sistemas informáticos, actualizaciones a la orden del día y tener que estar al tanto. No te puedes despistar mucho.
Bueno, sólo un poquito para poder recoger algún reflejo de luz
y olvidar esos requiebros por a veces nos obligan a pasar
Día sin descanso, uno más, no sólo por razones de trabajo sino por esas cosas añadidas que surgen cada día.
Hoy por fin acabo con una tarea pendiente que llevaba tiempo con ganas de hacer, parte de esas tareas que los creadores de programas para ordenadores nos obligan a hacer. Mi pobre PowerBook G4 está dando las últimas. Le pasa el turno a un MacBook Pro (que espera portarse tan estupendamente como su tatarabuelo). En el 2002 utilizábamos el sistema 9. Ahora estamos en 10.4. El programa de notación musical que utilizaba entonces ya no lo actualizan y no funciona en el sistema 10. Los nuevos ordenadores no vienen con la posibilidad de cambiar de sistema, que es lo que hasta ahora he podido hacer para acceder a las partituras que tenía en Mosaico. ¿Solución? Convertir todos las partituras a pdf para luego poderlas abrir en otros programas de música como Sibelius o Finale.
Parece que esto pasa constantemente con todo tipo de programas.
Así es el mundo de los sistemas informáticos, actualizaciones a la orden del día y tener que estar al tanto. No te puedes despistar mucho.
Bueno, sólo un poquito para poder recoger algún reflejo de luz
y olvidar esos requiebros por a veces nos obligan a pasar
viernes, mayo 15, 2009
Una más
Así de rápido se fue la semana, sin apenas saber cómo se escaparon los días. Una cosa tras otra. El final de curso llega y todo se precipita, como si la primavera presagiara una urgencia de la que no puedes escapar. Conciertos, programas de final de curso, graduaciones.
Poner sellos, reafirmar, cerrar algo.
No, no me quejo. Los días siguen teniendo toda la intensidad con la que los queramos vivir, a pesar de los cielos pálidos
o el aire más templado que detiene un poco
Siempre ese ímpetu imparable y ese constante fluir. Afortunadamente.
Poner sellos, reafirmar, cerrar algo.
No, no me quejo. Los días siguen teniendo toda la intensidad con la que los queramos vivir, a pesar de los cielos pálidos
o el aire más templado que detiene un poco
Siempre ese ímpetu imparable y ese constante fluir. Afortunadamente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)