Didim, Miletus y un atardecer (2)

Salimos de Miletus con tiempo para llegar de nuevo a la zona de Bodrum para ver el atardecer. Selim quiere ir a Turgutreis, un pequeño pueblo donde él solía ir cuando en los veranos pasaba más tiempo en Bodrum. Dejamos el coche y caminamos por el puerto

También aquí el territorio le pertenece a los hombres

Me acerco al borde para disfrutar del contraste con el sol de fondo empezando a descender

Luego caminamos hasta la playa

Ahí nos sentamos a tomar algo y disfrutar del atardecer

Es de esos momentos en los que el tiempo está sostenido. Ecos de conversaciones distantes, perros jugando alrededor. El del camarero se nos acerca. Es uno más entre todos nosotros

Todo se mueve con lentitud

y el ritmo de sol y luz todo lo llenan

Vemos agotarse el sol un poco más allá, un pequeño puerto donde Selim solía ir a cenar

El momento es tan sencillo como mágica la luz

El restaurante donde Selim quería ir está cerrado así que vamos a otro que se llama Aquarium, uno de esos sitios junto al mar en los que eliges el pescado

y por supuesto, el meze: ensalada, ensalada de pulpo, cigar börek, calamares rebozados

Productos frescos y de la zona son la clave del sabor. Eso y saber cómo mantener los sabores puros. El robalo que comemos también es exquisito,

como la atención y el servicio

La competencia con otros restaurantes en la zona es mucha y hay que ganarse al cliente.
A la mesa de al lado le están sirviendo un pescado (grouper) cocinado al horno por unos 75 minutos envuelto completamente en sal

Nosotros terminamos con halva de almendra y mandarinas. El dueño nos invita al postre

La cena no es barata pero es de las que se disfrutan muchísimo y de las que, como muchas en este viaje, vamos a recordar por mucho tiempo.
Es nuestra última noche en Bodrum y en esta parte de Turquía. Dicen que hay que venir en el verano pero no cambiaría nada de este viaje.