aunque a la vez, son parte de lo que todo esto es, belleza y abandono, tesoros y saqueos
Creo que a excepción del centro, poco más en Xalapa la viste como ciudad de traje y compostura. Pero así es el gusto, la historia de esta ciudad que fue fundada en torno a tres manantiales por familias totonacas, que en 1519 recibieron pacíficamente a Hernán Cortés y le dieron alojamiento, que ya para 1730 contaba con una de las ferias más grandes de la Nueva España, que nunca fue encomendada a ningún ningún conquistador sino que se la reservó para tributar a la Corona Española.
Todavía tengo que averiguar por qué esos otros nombres por los que se la conocen, la Atenas de Veracruz y la ciudad de las flores, nombres que evocan algo que todavía no sé ver. Por ahora esto. Más tarde asomarán flores y rincones de Atenas
Más tarde también, el Día de los Santos, Muertos, Xantolo. En anticipación, este pan de muertos que ya empieza a venderse en muchas partes
Este año volveré a estar aquí para primeros de noviembre. Doy gracias por eso. Sones de muerto, panteones donde música, comida y luz abren el camino, miradas que saben ver más allá, sentidos arropados de incienso y miel. Naranja para que la cera no se convierta en lágrima dura. Verde para el camino que abre la ruta del retorno esperanzador.
2 comentarios:
Algún día le hincaré el diente a la historia de México, porque me parece un país fascinante. Sólo necesito un poco de tiempo...
Sí, realmente fascinante
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