Apenas si hay montañas en Wisconsin. A estas planicies de sembrados, granjas y bosques no les gusta hablar de elevaciones. Sólo cuando vas al norte encuentras breves accidentes rocosos
de l0s que no vale reirse ni comparar con
Sí, al norte. Tenemos un concierto a unas dos horas de Madison, muy cerca de Esparta.
El maíz ya está listo
Los anuncios no respetan la serenidad de la escena
Una más de esos pueblos grandes del interior de Wisconsin. Faroles, semáforos, coches... Todo me dice que es un pueblo de aquí. Pero es sobre todo ese vacío de calles lo que siempre más lo define
Tal vez si no lloviera, o si no fueran las once de la mañana, si fuera sábado, o si los niños no estuvieran en la escuela. No sé.
Mostrando entradas con la etiqueta Wisconsin. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Wisconsin. Mostrar todas las entradas
jueves, octubre 01, 2009
domingo, septiembre 27, 2009
Rural Wisconsin
Rural en castellano. En inglés, rural. Sólo cambia la pronunciación, como puede cambiar la percepción de algunas cosas con el tiempo. A medida que pasan los años, pierdo la cuenta de cuándo. No tanto de cómo. Recuerdo cómo me llamaron la atención las planicies de este campo de Wisconsin las primeras veces que las recorría, la extensión de los campos nevados y yermos del invierno, las praderas abultadas en la primavera, la tierra lista para la siembra o para la cosecha. Cielos estirados, infinitos.
A finales de septiembe, un lujo poder salir por este Wisconsin de granjas y sembrados. A pesar de que el verde aún lo domina casi todo, los cambios de color ya se sienten
Vamos hacia Dodgeville, a poco más de media hora de Madison. Está lo suficiente lejos para no ser uno de esos pueblos que crecen de tal forma que se unen con la ciudad. Antes de llegar allí, todo un paseo por carreteras ondulantes, campos y granjas que dibujan instantáneas de ese Wisconsin rural que con el tiempo he aprendido a apreciar mucho mejor; granjas y establos distintos a los de España,
nuevos o viejos,
y esa preferencia por el rojo
Campos en los que alternan maíz y pasto para el ganado,
campos ordenados
Pero sí, inconfundibles los síntomas del otoño, especialmentre cuando ves ésto,
y el otro lado del letrero diciendo: "Pumpkins 4 sale"
Aunque también la estación desdiciendo.
Hay humedad. Hace calor. Este tramo de camino
nos lleva a casa de Pat Downing. Hemos venido a recoger un instrumento que ha estado arreglando. Se está tan bien allí que al final la visita se alarga. Nos sentamos con él, tocamos un rato
"When we are able to play music out here, I truly appreciate my choice of living in the woods and not having cars around"
Sí, todo un gusto, la verdad.
De regreso a casa pienso que todo ocurre por alguna razón, que esta mañana se siente aún más bonita por inesperada, el gusto en lo simple, la visita, manos y relaciones cultivadas como la tierra,
una carretera que abre rutas
y cielos extendidos
A finales de septiembe, un lujo poder salir por este Wisconsin de granjas y sembrados. A pesar de que el verde aún lo domina casi todo, los cambios de color ya se sienten
Vamos hacia Dodgeville, a poco más de media hora de Madison. Está lo suficiente lejos para no ser uno de esos pueblos que crecen de tal forma que se unen con la ciudad. Antes de llegar allí, todo un paseo por carreteras ondulantes, campos y granjas que dibujan instantáneas de ese Wisconsin rural que con el tiempo he aprendido a apreciar mucho mejor; granjas y establos distintos a los de España,
nuevos o viejos,
y esa preferencia por el rojo
Campos en los que alternan maíz y pasto para el ganado,
campos ordenados
Pero sí, inconfundibles los síntomas del otoño, especialmentre cuando ves ésto,
y el otro lado del letrero diciendo: "Pumpkins 4 sale"
Aunque también la estación desdiciendo.
Hay humedad. Hace calor. Este tramo de camino
nos lleva a casa de Pat Downing. Hemos venido a recoger un instrumento que ha estado arreglando. Se está tan bien allí que al final la visita se alarga. Nos sentamos con él, tocamos un rato
"When we are able to play music out here, I truly appreciate my choice of living in the woods and not having cars around"
Sí, todo un gusto, la verdad.
De regreso a casa pienso que todo ocurre por alguna razón, que esta mañana se siente aún más bonita por inesperada, el gusto en lo simple, la visita, manos y relaciones cultivadas como la tierra,
una carretera que abre rutas
y cielos extendidos
lunes, abril 28, 2008
De Madison a Wisconsin Dells (3): lo bucólico y lo satírico
¿Cuanto más grande mejor, como en Texas? Quizás para Wisconsin Dells y para esa imagen que se ha vendido al mundo entero de lo que Estados Unidos es, que existe pero que no es la única. Hay otra gran parte del país que es vital y vive de forma muy distinta.
Estados Unidos, el contrate, lo más artificial y lo más ecológico y orgánico, quien más derrocha y más recicla, quien más consume y más regala, quien lucha todas sus guerras fuera de su territorio y quien organiza las más encarnizadas manifestaciones por la libertad y la no violencia, sí go green (que no green go, gringo). ¿Cómo combinar todas esas ironías y contradicciones?
Hoy termino esta trilogía con las últimas imágenes del recorrido. Estos campos
en su silencio
y fluidez
me dejan confiar en que somos muchos los que entendemos que el respeto es una cualidad esencial para la convivencia

Me quedo con el Wisconsin verde, el que espera el calor venidero para plantar la próxima cosecha
Mientras, el sol va cayendo léntamente
y la tierra se siente querida recogida en su propio regazo
Estados Unidos, el contrate, lo más artificial y lo más ecológico y orgánico, quien más derrocha y más recicla, quien más consume y más regala, quien lucha todas sus guerras fuera de su territorio y quien organiza las más encarnizadas manifestaciones por la libertad y la no violencia, sí go green (que no green go, gringo). ¿Cómo combinar todas esas ironías y contradicciones?
Hoy termino esta trilogía con las últimas imágenes del recorrido. Estos campos




Me quedo con el Wisconsin verde, el que espera el calor venidero para plantar la próxima cosecha



domingo, abril 27, 2008
De Madison a Wisconsin Dells (2): lo bucólico y lo satírico
Pues sí, Wisconsin Dells es ese lugar que unos diríamos que es gringolandia pura y que un bogotano tal vez diría que es cacreco (algo hortera, sin gusto). El culto a lo artificial, lo gigantesco, lo masivo.
En esos hoteles y complejos turísticos me imagino a mexicanos (tal vez algún asiático también) trabajando en cocinas, sirviendo mesas, haciendo la limpieza, en la lavandería. (Los mexicanos no sólo han sido clave en la reconstrucción de Nueva Orleans después de Katrina: las manos fuertes son de ellos, el aguante, los días de 10 horas, 6 días a la semana son de ellos también. Y el señor Bush y la derecha conservadora insisten en levantar el muro y echarlos. ¿Quién va a seguir haciendo los trabajos que nadie quiere hacer en este país?)
Pero ahí está Wisconsin Dells, nacida de la nada. ¿A cuántos campesinos echarían de sus tierras para construir la carretera que la une con Madison? Hablamos de eso en el camino porque E. conoce bien la zona. ¿Qué interés movería al por aquel entonces gobernador Tommy Thompson? ¿Un hotel en la zona? ¿un apartamentito? ¿un campo de golf?
Pero ahí está, el negocio del siglo, los restaurantes, el Mac Donalds más grande, el coliseo
y el caballo de troya,
la White House al revés con su Top Secret
y el restaurante mexicano con ese twist que no podía faltar
Como podrán ver, la oferta es variada
lo crean o no lo crean

De regreso a Madison, el sol escondiéndose pone otra pincelada tragicómica a las cosas que vuelvo a fotografiar porque todavía se me hace dantesco (sí, tantos años aquí y sigo sin acostumbrarme a esas cosas). Vuelvo a ver la Casa Blanca,

el caballo de Troya,

el coliseo,
y esa limusina para la que no hacen falta comentarios

Todo un peligro.
En esos hoteles y complejos turísticos me imagino a mexicanos (tal vez algún asiático también) trabajando en cocinas, sirviendo mesas, haciendo la limpieza, en la lavandería. (Los mexicanos no sólo han sido clave en la reconstrucción de Nueva Orleans después de Katrina: las manos fuertes son de ellos, el aguante, los días de 10 horas, 6 días a la semana son de ellos también. Y el señor Bush y la derecha conservadora insisten en levantar el muro y echarlos. ¿Quién va a seguir haciendo los trabajos que nadie quiere hacer en este país?)
Pero ahí está Wisconsin Dells, nacida de la nada. ¿A cuántos campesinos echarían de sus tierras para construir la carretera que la une con Madison? Hablamos de eso en el camino porque E. conoce bien la zona. ¿Qué interés movería al por aquel entonces gobernador Tommy Thompson? ¿Un hotel en la zona? ¿un apartamentito? ¿un campo de golf?
Pero ahí está, el negocio del siglo, los restaurantes, el Mac Donalds más grande, el coliseo






De regreso a Madison, el sol escondiéndose pone otra pincelada tragicómica a las cosas que vuelvo a fotografiar porque todavía se me hace dantesco (sí, tantos años aquí y sigo sin acostumbrarme a esas cosas). Vuelvo a ver la Casa Blanca,







sábado, abril 26, 2008
De Madison a Wisconsin Dells (1): lo bucólico y lo satírico
Así es Wisconsin en esta época del año, aún el verde exuberante no viste los campos y las huellas del invierno todavía están presentes. Aunque los colores son de primavera, se sienten.
El post de hoy es una especie de "road trip", éste y los dos siguientes: un viaje de Madison a Wisconsin Dells, una pequeña ciudad a una hora y cuarto de Madison, el Vegas de Wisconsin, la ciudad que ganó vida con los parques acuáticos y los complejos hoteleros construídos alrededor con toda una oferta turística específica dirigida y bien vendida.
Por eso lo bucólico y lo satírico del título del tríptico. El contraste, uno más de los muchos que abundan en este país. (Los contrastes siempre parecen ser un poco más exagerados aquí por las dimensiones mismas del país pero creo que los contrastes existen en todas partes y definen, en muchos sentidos, algo muy particular de cada lugar.)
Las fotos están hechas desde el coche, el reflejo del cristal asoma en algunas y no están retocadas digitalmente. Mueve la barra para ir por la carretera e ir de una a otra granja, todo ese orden, los horizontes abiertos y extendidos, la falta de gente...








El post de hoy es una especie de "road trip", éste y los dos siguientes: un viaje de Madison a Wisconsin Dells, una pequeña ciudad a una hora y cuarto de Madison, el Vegas de Wisconsin, la ciudad que ganó vida con los parques acuáticos y los complejos hoteleros construídos alrededor con toda una oferta turística específica dirigida y bien vendida.
Por eso lo bucólico y lo satírico del título del tríptico. El contraste, uno más de los muchos que abundan en este país. (Los contrastes siempre parecen ser un poco más exagerados aquí por las dimensiones mismas del país pero creo que los contrastes existen en todas partes y definen, en muchos sentidos, algo muy particular de cada lugar.)
Las fotos están hechas desde el coche, el reflejo del cristal asoma en algunas y no están retocadas digitalmente. Mueve la barra para ir por la carretera e ir de una a otra granja, todo ese orden, los horizontes abiertos y extendidos, la falta de gente...









Suscribirse a:
Entradas (Atom)