Andar el camino, transformar el asfalto, darle un significado nuevo a territorio normalmente destinado a coches y vehículos varios. Ride the Drive se titula el episodio de hoy, el que celebra la apuesta de Madison por una ciudad saludable, activo su estilo de vida; el que invita a caminar, correr, pedalear o patinar para recordarnos que todos lo podemos hacer, que podemos intentar ciudades menos necesitadas de coches.
No sabes el gusto que da poder moverse por estas calles por las que generalmente sólo pasan coches,
atravesar el túnel de Monona Terrace pedaleando. No te imaginas, niños y grandes
circulando, moviéndose con la naturalidad que el hacer algo por derecho otorga. Todo tipo de bicicletas,
diferentes estaciones, músicas, juegos, bailes
John Nolen, Capitol Square, West Washington
¿Te imaginas? Un poco de pesadilla para quien estuviera conduciendo con todos esos desvíos y paradas para dejar pasar a quienes hoy tienen prioridad. Una maravilla. Sí, niños y grandes, gente y bicicletas de todo tipo y color
Como cometa en el aire
domingo, agosto 30, 2009
sábado, agosto 29, 2009
Si...
Habría sido triste elegir alguna foto de hoy. Porque más que un día de finales de agosto ha sido uno de mediados de octubre, gris y frío, cansado desde el despertar.
Porque al menos ayer salió el sol después de otros dos días de haber estado en silencio y de jugar al escondite. Y mereció la pena el paseo,
moverse entre el verde
A pesar de que los colores de otoño ya asoman, no sólo en los frutos
sino en las flores,
en los colores
y por supuesto, en los encuentros
También en las sorpresas que sólo una estación así trae, por tamaño,
por color y contraste
o por tamaño y color. Mira,
me cuenta mi amiga que hace diez años plantó éstas y que siguen naciendo año tras año, multiplicándose con el único permiso de su propio capricho;
o estas flores que parecen nacidas de cuentos de gitantes
Pero sí, los colores de otoño ya están ahí
Porque al menos ayer salió el sol después de otros dos días de haber estado en silencio y de jugar al escondite. Y mereció la pena el paseo,
moverse entre el verde
A pesar de que los colores de otoño ya asoman, no sólo en los frutos
sino en las flores,
en los colores
y por supuesto, en los encuentros
También en las sorpresas que sólo una estación así trae, por tamaño,
por color y contraste
o por tamaño y color. Mira,
me cuenta mi amiga que hace diez años plantó éstas y que siguen naciendo año tras año, multiplicándose con el único permiso de su propio capricho;
o estas flores que parecen nacidas de cuentos de gitantes
Pero sí, los colores de otoño ya están ahí
miércoles, agosto 26, 2009
Trying
Encontrando los días una vez más, reiniciando camino.
Nada es nuevo y todo lo es.
Toda la memoria perdura. A solas recuentas los fragmentos
Nada es nuevo y todo lo es.
Toda la memoria perdura. A solas recuentas los fragmentos
sábado, agosto 22, 2009
Estar juntos
Hasta aquí llega la música del Vallejo. Pertenece al verano, a días de agosto, desde siempre.
Ventanas abiertas. Grillos y chicharras acunando la noche.
Me despido de Juan Manuel y de Margarita. No digo adiós a muchas otras personas. Dentro de poco nos volvereremos a ver. (Diciembre se siente a la vuelta de la esquina, aunque entonces ya será invierno y hará frío, me dice un hilillo de razón).
Antes de desandar el camino hemos estado viendo estrellas. Hoy se ven muchísimas. M. nos ayuda a encontrarlas en el cielo fecundo. Se las aprende de día y nos las cuenta por la noche. Es bonito.
¡Cómo no echar de menos el estar juntos y vivir todo tan de cerca!
Inventar un lugar donde los diferentes mundos se puedan encontrar. No puede ser de otra manera
Ventanas abiertas. Grillos y chicharras acunando la noche.
Me despido de Juan Manuel y de Margarita. No digo adiós a muchas otras personas. Dentro de poco nos volvereremos a ver. (Diciembre se siente a la vuelta de la esquina, aunque entonces ya será invierno y hará frío, me dice un hilillo de razón).
Antes de desandar el camino hemos estado viendo estrellas. Hoy se ven muchísimas. M. nos ayuda a encontrarlas en el cielo fecundo. Se las aprende de día y nos las cuenta por la noche. Es bonito.
¡Cómo no echar de menos el estar juntos y vivir todo tan de cerca!
Inventar un lugar donde los diferentes mundos se puedan encontrar. No puede ser de otra manera
miércoles, agosto 19, 2009
Espacio
Han sido veranos templados y hasta casi fríos los de los últimos años. Por eso tal vez nos sorprendan más las temporadas de calor sofocante como la que estamos viviendo.
Hoy no es el mejor día para ir de la sierra hacia el sur pero a veces las cosas surgen de esa manera. Vamos a ver a un amigo que tiene un complejo rural en La Pesga, junto al pantano de Gabriel y Galán.
A pesar de que salimos temprano, el sol ya pica
Bajamos por la parte de la Sierra de Francia pero no nos entretenemos ni paramos en el camino.
Me llama la atención la cantidad de olivos en la zona, montes y laderas con ese orden del árbol guardando su espacio
El agua del pantano escasea. Lo vemos a lo lejos, extenuado
Cerca, el verde de los olivos
contrasta y juega a la vez con la ausencia de cauce,
el terreno casi volcánico,
cuna de nada
Volvemos por otra ruta, cerca de Las Hurdes y Sotoserrano. Los incendios han dejado su huella
el verde ha desaparecido
y los troncos apilados esperan. (¿Se venderá más barata la madera?)
Falta agua. Nuestras manos crean y destruyen, transforman paisajes, doman.
Al pasar por Cabaloria
Hoy no es el mejor día para ir de la sierra hacia el sur pero a veces las cosas surgen de esa manera. Vamos a ver a un amigo que tiene un complejo rural en La Pesga, junto al pantano de Gabriel y Galán.
A pesar de que salimos temprano, el sol ya pica
Bajamos por la parte de la Sierra de Francia pero no nos entretenemos ni paramos en el camino.
Me llama la atención la cantidad de olivos en la zona, montes y laderas con ese orden del árbol guardando su espacio
El agua del pantano escasea. Lo vemos a lo lejos, extenuado
Cerca, el verde de los olivos
el terreno casi volcánico,
cuna de nada
Volvemos por otra ruta, cerca de Las Hurdes y Sotoserrano. Los incendios han dejado su huella
el verde ha desaparecido
y los troncos apilados esperan. (¿Se venderá más barata la madera?)
Falta agua. Nuestras manos crean y destruyen, transforman paisajes, doman.
Al pasar por Cabaloria
lunes, agosto 17, 2009
Sobre la nube, en el calor
Cabalga con exactitud, huyendo del calor lacerante
Se mueve rápido,
Sobre la nube y en el calor, el caballero cabalga.
Luego se desdice y el sol le vence
Se mueve rápido,
Sobre la nube y en el calor, el caballero cabalga.
Luego se desdice y el sol le vence
sábado, agosto 15, 2009
El mariquelo en Lagunilla un 15 de agosto
Una gaita suena, un tamboril la acompaña. ¿O sera que la gaita acompaña al tamboril? Uno y otra van unidos. Difícil separarlos. Música y baile también: las manos en alto y un zapateo, castañuelas para completar.
Una sorpresa escuchar la gaita y el tamboril esta mañana.
Los balcones ya están abiertos desde hace rato. Llevamos días de mucho calor y es por las mañanas cuando se busca el fresco. Arde la calle desde temprano pero ahí va la yegua caminando tranquila. Sobre ella El mariquelo. A dar el pasacalles llega
Le sigo hasta que cruza la calle. Sonido e imagen se pierden. Baja a la iglesia, me dicen. Pero mira, allí está María, que canta y toca con él.
Voy rápido a verla, a preguntarle dónde y a qué hora tocan. Está acabando de colocarse unas horquillas en el pelo
que más tarde veo
Lleva prisa. Mientras espera a su compañera le pregunto de qué el traje, si de serrana: "de armuñesa”, dice, “la saya roja de serrana, eso sí”. Luego se van.
Es el día de la Virgen, el 15 de agosto. Hace rato que las campanas de la iglesia sonaron para anunciar misa y procesión. El mariquelo va a tocar.
Cuando todos salen de misa se hace cerco, unos en el soportal de la iglesia,
otros al sol
Es día de fiesta. El pregón ya se dio, jotas y charradas suenan. Ahí me quedo prendida, escuchando
versos cantados, coplas improvisadas que como lazarillo relata;
viendo el baile,
admirando detalles, almirez,
gaita
Es hora del vino, la caña, el vermout. No es bodega pero es bar y un perantón que bailar
Una sorpresa escuchar la gaita y el tamboril esta mañana.
Los balcones ya están abiertos desde hace rato. Llevamos días de mucho calor y es por las mañanas cuando se busca el fresco. Arde la calle desde temprano pero ahí va la yegua caminando tranquila. Sobre ella El mariquelo. A dar el pasacalles llega
Le sigo hasta que cruza la calle. Sonido e imagen se pierden. Baja a la iglesia, me dicen. Pero mira, allí está María, que canta y toca con él.
Voy rápido a verla, a preguntarle dónde y a qué hora tocan. Está acabando de colocarse unas horquillas en el pelo
que más tarde veo
Lleva prisa. Mientras espera a su compañera le pregunto de qué el traje, si de serrana: "de armuñesa”, dice, “la saya roja de serrana, eso sí”. Luego se van.
Es el día de la Virgen, el 15 de agosto. Hace rato que las campanas de la iglesia sonaron para anunciar misa y procesión. El mariquelo va a tocar.
Cuando todos salen de misa se hace cerco, unos en el soportal de la iglesia,
otros al sol
Es día de fiesta. El pregón ya se dio, jotas y charradas suenan. Ahí me quedo prendida, escuchando
versos cantados, coplas improvisadas que como lazarillo relata;
viendo el baile,
admirando detalles, almirez,
gaita
y castañuela,
tamboril casi bordado,
gesto y mirada
Estamos de fiestas
El mariquelo, María, Diamante y Emilio tocan y bailan. Y cuando al sol ya no se aguanta, seguimos camino. Hay mucha gente hoy. Caminamos tras el tamboril y la gaita. Sin sayas ni corpiños, la música sigue
Es hora del vino, la caña, el vermout. No es bodega pero es bar y un perantón que bailar
Más tarde seguiremos. Ahora es momento de decir hasta luego
El mariquelo en Lagunilla. Mucho gusto conocerle después de muchos años de escuchar su música y de saber de él. Mucho gusto compartir con él amigos y música.
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