Ahora sí, último día. Las maletas hechas y las habitaciones casi vacías. El programa del concierto ya se está haciendo
y las exposiciones de talleres ya están listas
Hacemos una prueba de sonido antes de recibir a los padres a las doce
Puedes sentir y ver el entusiasmo y la anticipación en las caras. El viaje ha sido largo para muchos pero no importa: es el día para compartir todo lo que hemos hecho estos días así que, después de dar una vuelta por el albergue con los padres, bailamos juntos una danza entrelazando manos y movimiento
También hay ratos para los amigos
y para dar los diplomas
La haya bajo la que nos hemos reunido cada día y la que nos ha dado sombra para hacer algunos talleres y clases, hoy regala su sombra a las familias que bajo ella comen. También a quienes desde allí escuchan el concierto.
El grupo de sikuris lo abre
y luego es la orquesta de los más pequeños la que continúa
La orquesta de mayores ha preparado un programa ambicioso
pero creo que nuestro público incluso se emociona al escucharles
Terminamos con el coro,
con un programa en el que incluímos una canción rumana en la que incorporamos los paneles en los que pintamos nuestros autoretratos
y que van asomando poco a poco para que al llegar al final construyan un dibujo de color
Después llega la despedida, el adiós
y los caramelos de Supercorchea
El viaje de regreso a Salamanca lo hacemos por la ruta menos rápida, pasando por los cañones del Ebro
y por Orbaneja, un precioso pueblo sobre rocas
en la hondonada del valle
Puedes sentir y ver el entusiasmo y la anticipación en las caras. El viaje ha sido largo para muchos pero no importa: es el día para compartir todo lo que hemos hecho estos días así que, después de dar una vuelta por el albergue con los padres, bailamos juntos una danza entrelazando manos y movimiento
También hay ratos para los amigos
y para dar los diplomas
La haya bajo la que nos hemos reunido cada día y la que nos ha dado sombra para hacer algunos talleres y clases, hoy regala su sombra a las familias que bajo ella comen. También a quienes desde allí escuchan el concierto.
El grupo de sikuris lo abre
y luego es la orquesta de los más pequeños la que continúa
La orquesta de mayores ha preparado un programa ambicioso
pero creo que nuestro público incluso se emociona al escucharles
Terminamos con el coro,
con un programa en el que incluímos una canción rumana en la que incorporamos los paneles en los que pintamos nuestros autoretratos
y que van asomando poco a poco para que al llegar al final construyan un dibujo de color
Después llega la despedida, el adiós
y los caramelos de Supercorchea
El viaje de regreso a Salamanca lo hacemos por la ruta menos rápida, pasando por los cañones del Ebro
y por Orbaneja, un precioso pueblo sobre rocas
en la hondonada del valle
Un final perfecto para estos días intensos y llenos de todo lo imaginable que música y amistad pueden crean. Desde allí una última sonrisa para todos y el gusto de sentir esa riqueza que sólo es posible cuando muchas manos trabajan juntas
7 comentarios:
Estaría bien que un día colgaras algún vídeo para poder disfrutar de vuestra música. Un abrazo.
¡cómo no van a disfrutar los padres escuchando a los niños¡
y los niños, y los visitantes y todos nosotros porque contagias tu emoción.
Un abrazo. Me encanta ese entusiasmo por la música. ¡qué sería de nosotros sin ella¡
Bien está lo que bien acaba... y por lo visto vuestro campamento acabó por todo lo alto.
Un abrazo ;-)
Guauuuu, muchas gracias
¿Son tan angelitos como parecen? Por cierto, me he enamorado de la Supercorchea.
Chaac,
pues sí, buena idea pero hay que pedir permiso a muchas personas para poder hacer eso.
Elèna,
no pienso en un mundo sin música y sin niños y jóvenes en ella porque siempre ando en eso. Sería empobrecer nuestros corazones y nuestros procesos intelectuales, la forma de relacionarse y conectar con otros y con el mundo, y... muchas cosas más. Tú lo sabes muy bien.
Banderas,
sí, por todo lo alto. El próximo año más y ya sabes con quien más.
Dintel,
este grupo es genial, la verdad. Y Supercorchea, pues cómo no te vas a enamorar de él/ella. (Fíjate que creo que nosotros siempre pensamos en Supercorcha como masculino y tú como femenino y con toda la razón por eso de que la corchea es ella y no él, ¿no?)
Caperucita!
You were missed!
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