Dicen que siempre hay una primera vez para todo y hoy es la primera vez que vivo una boda junto al mar. Muchos adjetivos le cabes. Así es como ellos lo han querido.
Son las seis de la tarde y algunos invitados ya están sentados
Muchos han viajado una media de 3.000 millas para poder estar aquí. La familia y amigos de Mehmet quizás hayan hecho el viaje más largo, aunque tal vez haya viajado alguien desde Siria. Los padres de Hala son de allí, aunque viven en Chicago y muchos de sus amgos han venido de allí
También la primera vez de tocar en un lugar así. Les regalamos músicas para el inicio y final de la ceremonia. La del comienzo estaba programada, no la del final. Nada más entre medias. Demasiado breve. Árabe e inglés en la entrega que el padre hace de su hija al novio, turco en la lectura de poemas, anillos entrelazados por una cinta color turquesa. A un lado ellos
Al otro, el sol bajando
y tal vez, las gaviotas simbolizando sueños
Al terminar, un instante de mar mientras se hacen las fotos de familia
Ahí está, en su tarde y plenitud
2 comentarios:
¡Qué precioso reportaje!
Por cierto, me ha encantado verte.
:D
¡Muá!
Raquel, cada vez haces mejores fotos. Todas me gustan mucho.
Qué bonita boda y qué guapos todos.
Que a los novios no se le acabe el amor.
Un beso.
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