De Bodrum a Pamukkale y Aphrodisias

Anoche paseamos las calles de Bodrum. El castillo estaba iluminado y el reflejo bailaba en el agua tranquila. Dicen que no es época para venir aquí, que hay que venir en el verano cuando los 30.000 habitantes de la ciudad casi se triplican por los extranjeros y turcos que llegan a veranear. Es ciudad de restaurantes, bares, discotecas, copas hasta el amanecer y dormir durante el día para poder seguir a la noche siguiente. Aunque no sea época, me gusta verlo así, en su desnudez.
Hoy al despertar lo vemos desperezarse desde la terraza del hotel (Manastir) donde nos estamos quedando, el castillo sin necesitar otras luces

Ayer recogimos a Selim en el aeropuerto y pasamos la noche aquí. Habíamos volado a Izmir por la mañana y pasamos a conocer Éfeso (Efes, Ephesus) camino de Bodrum.
Hoy madrugamos para ir a Pamukkale. La carretera, el camino, señales de tráfico y mucho más me recuerda a paisajes y zonas de España. Las mezquitas, una constante en el paisaje turco, no

Pamukkale es otro de los lugares que llevaba tiempo con ganas de conocer. Está a unas cuatro horas de Bodrum, a 20 kilómetros de la ciudad de Denizli. Cuando te vas acercando, desde lejos se ve la ladera blanca de la montaña. Una vez en el sitio, es mejor hacerse una idea viendo un plano de esa ladera y de la ciudad que construyeron los romanos para aprovechar las propiedades curativas del agua

Pamukkale se formó cuando el agua caliente que bajaba por la montaña se enfriaba y depositaba calcio en el proceso

El calcio construyó pequeñas piscinas de agua templadísima en las que es una maravilla meter los pies

El boom turístico de 1980s y 1990s dañó la zona ya que secaron mucha del agua de la montaña. A raíz de eso, los hoteles desaparecieron pero el flujo de agua sigue siendo escaso y se piensa que parte del problema es por la cantidad de piscinas que los habitantes de pueblo de Pamukkale han construido. Sea por la razón que sea, ya no se pueden ver todas las piscinas llenas y solo mantienen llenas algunas

El lugar es enorme y tenemos suerte porque no hay mucha gente cuando entramos

así que casi solo se escucha el agua

y algún que otro sapo

Pamukkale signfica "castillo de algodón" y realmente te das cuenta porqué

Como en otros sitios turísticos, siempre hay formas de hacer dinero. Hoy no queremos una foto express, gracias. ¿Quiere usted una? Pose y ahí va

Después de caminar por el agua y rodear la cima para hacernos una idea de la dimensión, recorremos las ruinas de Hierapolis, la ciudad fundada alrededor de 190 a.c. por Eurmentes II, rey de Pérgamo. En 1334 la zona fue abandonada debido a los daños causados por sucesivos terremotos.
Las ruinas están muy extendidas. Vemos lo que queda del templo Nympaneum, del siglo III

y el teatro, capaz de sentar a 12.000 personas

Sobreviven los asientos y parte del escenario

Si en Éfeso había gatos por todas partes, aquí son perros. Nos sentamos un rato con uno de ellos

antes de dejar el lugar con la espectacular luz de hoy

En las zonas rurales de Turquía, la vida social le corresponde a los hombres. Hombres y mujeres caminan por las calles, compran, venden. Pero son siempre las mujeres las que llevan a los niños de la mano o en carritos, son los hombres los que a menudo se sientan en la puerta de negocios, cafés o casas a tomar te, fumar, charlar. Aquí, vendedores de Pamukkale juegan a las cartas pero a menudo los he vitos jugar backgammon

Hacer esta parte del recorrido en coche nos está dejando ver un poco más de la vida de pueblos y pequeñas ciudades. Aunque sea a través de una ventanillas, todo cuenta historias

La verdad es que no esperaba encontrar tanta nieve en Turquía en esta época del año pero está siendo un invierno especialmente frío

Siento que la gente de esta zona más del interior está acostumbrada al frío y al trabajo duro. Hay ganado y agricultura, y el campo es siempre duro

A una hora de Pamukkale está Afrodisias (Aphrodisias), una pequeña joya en medio de la nada

Afrodisias, como el nombre bien dice, fue una ciudad dedicada a Afrodita, diosa del amor espiritual y sensual. La acrópolis de la ciudad fue construida en diferentes etapas y las más antiguas datan de 2.800-2.200 a.c. Durante el siglod VIII a.c. fue un lugar al que llegaban muchos peregrinos pero durante el dominio bizantino, parece que la ciudad cambió bastante: muchos de los edificios fueron derrumbados para utilizar las piedras para la construcción de otros.

Lo primero que visitamos es el Tetrapylon, una puerta de entrada ceremonial al templo. De 1985 a 1990, esta puerta fue reconstruida por un equipo de arquólogos turcos y austríacos

El estadio (stadium) es impresionante: 270 metros de largo y 30 filas de asientos con espacio para unas 30.000 personas

Es uno de los estadios mejor conservados y más grandes del mundo. Fue construido en el siglo I para que en él se llevaran a cabo juegos atléticos griegos. También se utilizó para combates de gladiadores y luchas de animales. Desde el siglo III funcionó solo para eso

En los asientos hay grabados que ofrecen información sobre los espectadores. Los asientos estaban reservados para diferentes gremios, V.I.Ps y ciudadados "regulares" -hombres y mujeres-

El Templo de Afrodita fue completamente transformado cuando lo conviritieron en basílica en el año 400: quitaron la habitación interior que tenía y movieron las columnas para formar una

En las columnas de la entrada se pueden ver las marcas cristianas

Queda poco de lo que en su momento fuera un lugar en el que se celebrara a Afrodita.

Al lado del templo está el palacio del obispo, también destruido para ser convertido en iglesia cristiana

Los baños de Adriano son enormes, cinco grandes galerías y campos de juegos, y un pórtico. Fue construido en el año 117 para conmemorar la visita del emperador Adriano a Afrodisias. Los mosaicos son originales

La estatua original de la piscina (palestra) está en el museo y la que tienen afuera es una réplica

Las columnas que quedan son un espectáculo en si,

lo mismo que capiteles y otros restos extendidos por el suelo

Vigilando la entrada al teatro, este gato

Hecho de mármol, este teatro conserva su escenario

Con el Sebasteion, un santuario religioso dedicado a la adoración de los emperadores romanos como si fueran dioses,

casi terminamos el recorrido. El sito cierra de cinco a cinco y media y ya es casi la hora. Vemos muy rápido una colección de estelas con rostros

y nos montamos en el transporte que nos lleva al parking

Tres horas de viaje a Bodrum y cerramos el día con una cena en Sultanahmet Keffrecisi, un lugar especializado en albondiguillas. Ellos comen eso. Yo como koften de cordero. En el mezze probamos unos buñuelos de vegetales, hígaditos de pollo y berenjenas con pimientos asados. De postre, halva de semolina con helado. ¿Te apetece?