Efes, Ephesus, Éfeso

Nuevo espacio hoy, otra y la misma Turquía. Volamos a Izmir esta mañana. Alquilamos un coche para los siguientes tres días y comenzamos la ruta de carretera para ir a Efes, Apasas en la época de los hititas.
Efes data del año 6000 a.c. Cerca de 1050 a.c., inmigrantes griegos comenzaron a vivir en este centro puerto. Fue dominada por los persas posteriormente y en el año 31 a.c. pasó a ser una ciudad romana y floreció hasta que en el año 262 pasó a ser dominada por godos. Tal vez el enclave geográfico, a dos horas de Izmir y en la ruta hacia el interior, la hicieran tan atractiva.
Son muchos los que la visitan, especialmente para ver la biblioteca de Celsus. Es una de las ciudades a través de las que se puede captar cómo podría ser la vida de una ciudad romana.
Nada más entrar, lo primero que se ve es el gigantesco teatro,

que dejamos para ver al final y así evitar las dos excursiones de niños que había en el momento que entramos. Pero nos sentamos a ver la avenida que conducía al puerto

y sus gatos

Caminamos por la Avenida del mármol para llegar a la Biblioteca de Celsus,

governador roamno de Asia menor a principios del siglo II. Su hijo, el cónsul Tiberius Julius Aquila construyó la biblioteca en honor a su padre cuando éste murió en el año 114. Celsus fue enterrado allí.
La base de la fachada es convexa y eso crea la sensación de que los elementos frontales son más altos de lo que en realidad son. En los nichos de la fachada hay estatuas que representan las virtudes de conocimineto, sabiduría, bondad y comprensión

Parece que un metro de grosor entre las paredes interiores y exteriores protegían de la humedad y las temperaturas extremas los 12.000 rollos que había en biblioteca. Los relieves que se conservan son hermosos

Da pena que no esté más reconstruida pero a la vez, es admirable ver todo esto en su lugar

y la miramos una y otra vez

antes de subir por La calle de Curetes

A los dos lados de esa calle hay varias cosas que ver, las letrinas a la izquierda. Era un baño público que podían utilizar tanto los ciudadanos como los visitantes. El agua corría por el canal que pasa por la parte frontal de los asientos

El templo de Adriano, dedicado a Adriano, Artemis y los habitantes de Éfeso, data del año 118

También aquí nos sentamos a ver los frisos y la cabeza de la medusa en el pórtico porque dicen que aleja los malos espíritus

Enfrente entramos a ver las casas en terraza. Hay que pagar una entrada extra para verlas pero merece la pena verlas, especialmente los frescos y mosaicos

Dicen que después de Pompeya, estas casas son uno de los mejores ejemplos que muestran el lujo con el que vivía la élite romana.
A la salida vemos uno de los mosaicos originales mejor conservados. Es del siglo IV o V a.c. y cubre la entrada de las casas

y al final de la calle de Curetes, llegamos a la Puerta de Hércules, del siglo V a.c. y con relieves de Hércules en ambos pilares. No se conserva el arco que había sobre los dos pilares

Un poco más allá, La plaza de Domiciano en la que en su momento hubo una fuente

y donde se conservan restos del Templo de Domiciano

y de edificio de Pollio, construido por el hijo adoptivo de Sextilius Pollio por sus significativas aportaciones a la ciudad de Éfeso

Caminamos por lo que fuera el Camino Real

que nos lleva a uno de nuestros lugares favoritos en Éfesos, el Odeion o la sala de conciertos

Fue construido en el siglo II y tiene una capacidad para 1.500 personas

El Odeion fue el lugar donde los dirigentes de la ciudad (generalmente personas ricas y sacerdotes) se reunían para discutir el futuro de la ciudad y para escuchar conciertos.

Después de descansar un rato desandamos el camino

y vamos hasta el Gran Teatro, uno de los más grande de Anatolia ya que tiene una capacidad para 25.000 personas. Solo se conserva la base del escenario

Fácilmente puedes imaginar la grandiosidad de todo el lugar

Son cerca de las 4 cuando salimos de allí. Muertos de hambre nos acercamos al pueblo de al lado, Selçik

y nos sentamos a comer un döner, un bocadillo de filetes de ternera con tomate y lechuga en eriquísimo pan reciente. La hija de Rose nos lo sirve con esa sonrisa maravillosa

Poco después emprendemos camino hacia Bodrum. El avión de Selim llega a las 6:30. No le hagamos esperar