La ventaja de estar al norte de Burgos es que la posibilidad para hacer excursiones y caminatas se duplica. La desventaja es el frío, que a menudo no nos deja hacer tantas actividades al aire libre como quisiéramos. Hoy, sin embargo, ha sido todo lo contrario. Nos toca excursión y ha sido uno de los días más calurosos desde que estamos aquí. Después de tres días de clases, hace falta una caminata
Hoy no camino con ellos. En estos días ha habido varios niños enfermos y hoy me quedo con uno de ellos para ir al centro médico. Les veo prepararse
y estar listos para salir
Me contaron después que tanto la caminata como la cueva de Piscarciano, destino elegido, mereció la pena,
aunque cuando nos reunimos para comer a la sombra del árbol,
el calor ya había hecho estragos. Agua y comida ayudaron y la verdad es que esas "comidas de campo" se sienten fabulosas. Hay algo que relaja en esa simplicidad de bocadillo de pan con algo y agua
Más tarde fuimos a la piscina. No llegué a verlo pero Súper Corchea apareció por los linderos y trajo helados. (De nuevo se me resiste sin poder hacerle una foto.)
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