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No es que la muffuletta merezca fotos más pequeñas. Para cuando la comemos, después de toda una mañana con solo un café, su tamaño no resulta tan exagerado y aunque parezca grande, la combinación de la ensalada de aceitunas con el fiambre, el queso y el pan, funciona.
Hoy toca un paseo por la barriada de Garden District. No solemos salir a caminar por zonas donde la gente rica construye sus casas a capricho pero por alguna razón, hacemos esa excepción.
Este distrito se estableció entre 1832 y 1900 y se dice que tiene una de las colecciones de mansiones históricas mejor conservadas de Estados Unidos. Gente adinerada mandó contruír allí sus casas según el gusto del momento
Originalmente, en la zona había plantaciones que se fueron vendiendo
como parcelas a quienes podían comprarlas y no querían vivir con los
criollos del French Quarter
El primer diseñó que el arquitecto Barthelemy
Lafon hizo de toda la barriada, solo incluía dos casas por manzana, rodeadas
por un gran jardín, que es de donde le viene el nombre a la zona
Todavía quedan algunas de estas mansiones
con inquilinos incluídos que se sientan en la terraza a tomar el te
La mayoría están protegidas como cámaras y sistemas de seguridad, perros incluídos también
A finales del siglo IXX, muchas de estas grandes propiedades fueron divididas y se construyeron más casas en cada lote, lo cual le dio a la zona un aspecto más urbano, con esa combinación en algunas de las calles de tener una mansión al lado de casas más pequeñas de estilo victoriano
Me gusta que hayan dejando todos esos árboles que rompen el cemento de las aceras y que transforman el espacio
Siendo Halloween, no podían faltar los motivos aquí y allá
con inquilinos incluídos que se sientan en la terraza a tomar el te
La mayoría están protegidas como cámaras y sistemas de seguridad, perros incluídos también
A finales del siglo IXX, muchas de estas grandes propiedades fueron divididas y se construyeron más casas en cada lote, lo cual le dio a la zona un aspecto más urbano, con esa combinación en algunas de las calles de tener una mansión al lado de casas más pequeñas de estilo victoriano
Me gusta que hayan dejando todos esos árboles que rompen el cemento de las aceras y que transforman el espacio
Siendo Halloween, no podían faltar los motivos aquí y allá
Una de las últimas casas que vemos es este antiguo palacete que siento que pertenece más al México colonial que a Nueva Orleans, aunque, a fin de cuentas, todo estaba conectado por ese comercio marítimo del Golfo. Quién sabe
Cuando la luz del día se nos acaba, buscamos la parada de autobús que nos lleve de nuevo al centro. Nos hubiera gustado coger el tranvía pero los trayectos son muy reducidos y no nos lleva donde necesitamos ir
7 comentarios:
Toma ya que pinta tiene ese pan relleno!! que pena no tener la receta parece como nuestro hornazo pero con otros ingredientes!!!! saluditos!!!!
Raquel me has dado una buena idea la próxima vez la preparo con queso azul y nueces saluditos!!!
Que suntuosidad, que enormidad de casas, pero quién podría vivir ahí.. en América todo parece grande y colosal, incluso esas casas de ricos.. no les envidio.. un beso
Palacetes enormes, derroche de suntuosidad es como una competición quién tiene más, así se comportan los ricos....
Adoro el jazz, abrazos mexicanos, Monique.
Esa combinación culinaria siempre funciona, y más si habéis hecho hambre.
Estoy fascinado con la ciudad. No la imaginaba así. ¿Cuántos días hacen falta para verla medianamente bien?
Maria Asunción,
aquí no las encuentro envasadas al vacío. Las compro al natural y las cueco pero voy a empezar a hacerlas al horno porque mantienen más todos los nutrientes.
Un saludo
Ico,
hay mucho de gigantesco. Así es el gusto y la historia del espacio que esta gente tiene. He aprendido a apreciarlo y a encontrar una belleza que antes no veía.
Yo tampoco envidio esas mansiones, pero siempre me intriga pensar en cómo los grupos humanos buscamos zonas y ambientes para sentirte rodeado de algo donde sientes que encajas, ¿no?
Fernando,
gracias.
Un abrazo
Conciencia personal,
es otra manera de valorar cosas que yo no valoro. Las diferencias -económicas y demás- han existido siempre. Al menos nosotros, creo, tenemos la posibilidad de elegir lo que queremos. Hay muchos que no.
Un abrazo
Tawaki,
yo creo que en tres días se ve la ciudad, con paseo en bote por alguno de los pantanos. Un día extra para disfrutar de la comida y de la música vendría muy bien.
Lo bueno es que es relativamente pequeña y se puede caminar muy bien.
¡Qué paseo tan chulo, Raquel!
:D
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