aunque no haya sol, aunque despertemos a un día de lluvia. Es el pueblo, su silencio, la calle vacía, el espacio de siempre. Bueno, con algunas novedades. En esta plaza, hace años construyeron un edificio con la intención de ser una sindical. Se utilizó poco y pasó a formar parte de los lugares vacíos que se van desmoronando poco a poco. Hace poco la quitaron y aunque el contenedor todavía esté ahí, el espacio, definitivamente, ha ganado mucho
Al atardecer, a poco de salir la luna,
la volvemos a ver
El paseo de hoy nos lleva a la parte baja del pueblo
Le ganamos los pasos a la luz
y nos da tiempo a llegar hasta la fuente de Los mártires, por donde el sol se pierde y la luz siempre se hace más grande
Llegar a casa compensa
4 comentarios:
Comprendo lo bien que debes sentirte:)
Es una suerte tener un pueblito tan pequeño y auténtico.
La foto de la ventana me la quedo, -nunca se sabe cuándo me va a surgir un poema.
Besos
Bienvenida. Me alegro que estés en tu casa!!
Estos días si se puede son para pasarlos con la familia, y un buen regalo le has hecho a los tuyos.
Tengo que ir a conocer tu pueblo!!
Un beso Raquel:))
Mita,
esa ventanita es maravillosa, ¿verdad?
Un pueblo pequeño mantiene la esencia de muchas cosas, sí. Yo también me siento afortunada.
Un besote
Laura,
ven cuando yo esté aquí para que nos podamos conocer personalmete.
Un beso
Bienvenida de nuevo a la tierra Raquel. Espero que tengas un gran fin de año y que el 2013 te traiga solo cosas buenas
Besos
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