Llego a México con el otoño. El 22. Reconozco los sonidos, el color, las maneras. Ya no debería sorprenderme todo eso y sin embargo, ahí está esa mirada renovada que me deja perfumar la memoria y esbozar el presente mientras lo sorbo a pedacitos.
Llego para reunir las piezas del puzzle que en mi mente han estado gestándose hace ya meses. Ahora es el momento de reunir paso a paso, lo que más tarde pueda ser.
El proyecto me encanta. El tiempo dirá. La vida no me ha enseñado a saber de antemano así que solo el día a día lo dirá.
De
nuevo es el momento de desnudarse de lo sabido o reconocerlo de otra
manera, saber enfrentar lo nuevo, avanzar con otros. Una nueva fase. Un nuevo ser temporal.
***
El ritmo de cada ciudad, de cada población --por pequeña o grande que sea-- es inconfundible. Es su ritmo y también cómo lo sentimos y vivimos. Hoy, en el centro, todo discurre con una calma que no pienso muchas veces para el Distrito Federal. Aunque es la megápolis. No hay duda.
Terminamos pronto de hacer los trámites burocráticos. Manuel me acompaña. Me regala tiempo y me facilita todo.
("Dios vendito, gracias que hemos llegado con bien", dicen las señoras sentadas a mi lado en el vuelo de ayer. "Lo demás es ganancia". )
(Manuel es ganancia.)
Y con ese tiempo y ganancia no queda sino disfrutar de ese centro urbano y de esos museos que la hacen ser la primera capital en el mundo con el mayor número de elllos. La exposición de hoy es especial porque es temporal y está en el Museo de Antropología. Para allá vamos.
Es
Cuatro salas. Todo dedicado a la máscara de Calakmul.
Desde que entras en la primera, el espacio es espectacular por la sencillez y porque lo único que escuchas son los sonidos tal vez de la sala que viene a continuación. Nada más. Por ahora, una bóveda que se abre a las Pecaríes, la pareja creadora de Itzamná e Ixchel, a Itzán Yeh, el ave celestial, la serpiente bicéfala,
a la tortuga de cuyo caparazón asoma el maíz, alimento del mundo
"El universo maya es un universo vivo; es nuestro mismo universo. Pervivirá mientras siga existiendo la bóveda celeste con sus astros; y esta tierra, con sus cielos, su luna y su sol, al alba y al atardecer.Mientras mantengamos vivas neustaras selvas.Mientras el jaguar -sol nocturno- siga merodenado entre ceibas y caobas.Mientras nos hablen mosaicos de jadae desde los rostros de antiguos Señores sabremos descifrar los códigos de sus esencia"
Con esa idea pasamos a la segunda sala donde el espacio visual es de sonoro, son sensaciones, sentir, ideas; es poesía, imagen que crece con la serpiente que se mueve, el jaguar, la mariposa, la selva
Y que habre la puerta al otro espacio donde ella sola la inunda
"Una máscara de jade es al mismo tiempo vida, muerte y resurrección en un ciclo infinito de existencia; es el semlante diviono de un soberano cuyo poder llegó a ser la fuerza vital de su pueblo, del propio universo"
le van añadiendo todos sus elementos: la flor de cuatro pétalos en las orejas,
el viento,
la mariposa,
el maíz dador de vida,
Y luego la otra realidad. Esos edificios altos de oficinas, grandes magnates y poco necesitados,
y esas torres, en particular la del fondo, la estela de la corrupción, cuyo presupuesto fue de un 60% más de lo estipulado -- dinero del que nadie dio razón ni supo explicar a qué manos fue a parar
Sí. La otra realidad,
el rincón del entendimiento que es lo único que nos permite mantener la razón
y por último, un breve espacio de espacio en la megápolis,
el segundo nivel la cirvunvalación que por supuesto hay que pagar porque de otra manera no sería ese espacio de espacio
2 comentarios:
Tantas y tantas cosas aún por descubrir sobre esos mundos del pasado, esas culturas esquivas que sólo nos muestran una pequeña parte. Ojalá podamos ir escarbando, desenterrando esa forma de vida que tanto desconocemos. ellos estaban allí, donde ahora se levantan los rascacielos.
Mucho por descubrir y mucho por ver de lo que ya se ha descubierto. Cada pedacito revela algo de este país que como otros, vive a caballo entre en el hoy y el ayer.
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