Siento que ha sido hoy cuando la conexión con la gente de la conferencia realmente está pasando. Ayer fue tratar de sabe quién es quién, tal vez recordar un nombre. Hoy ya nos conocemos un poco más y podemos entablar conversaciones que van más allá de la presentación y el trabajo que haces.
Después de las últimas presentaciones de la tarde, salgo caminar. Quiero llegar un poco más allá del malecoón pero vuelvo a no tener suerte. Demasiadas cosas por el camino. El grupo de bailey a se está preparando junto al escenario de la plaza. Les veo ayudarse con sus tocados,
retocar el maquillaje, desenredar los collares, repasar sus pasos o ajustarse los zapatos
Antes de subir al escenario ya con sus tablas de madera para que se escuche el zapateado
Tan blancos siempre sus trajes, los de ellas,
los de ellos
Tan elegante el porte, tan bien ensayada la coreografía
y los pasos
Luego voy hasta el malecón y aunque quiero caminar a lo largo del puerto, no lo consigo: esta imagen me detiene
No lo pueo remediar y le compro un son jarocho al señor Baldomero. Suena “El Bajalú” y me deleito escuchándole mientras toca su arpa e improvisa versos de un gusto extraordinario
Nos despedimos después de charlar un poquitoy camino de regreso a la plaza mientras el sol ya anuncia la anochecida tras el viejo edificio de la aduana
4 comentarios:
Sin duda, en Europa hemos dejado de valorar demasiadas cosas auténticas... Es lo que sentí cuando viajé a Suramérica por primera vez. Y es lo que vuelven a transmitirme tus fotos.
Lo de allá es pura vida. Lo de acá... a veces parece un mero pasar por la vida sin más.
Eso me comentaba una chica de Costa Rica el otro día. Me decía que en Europa era todo un poco frío. Me he quedado asombrada con la calidez de algunas personas que he conocido, cercanía sin pedantería y eso, compartir muy de tú a tú, todos trabajando en algo común. Sí, ya sé que tal vez no sea la norma y que no todo es frialdad en Europa pero es algo que podemos repensar.
Qué bello sonido el del arpa. Esta mañana he tenido una especie de arpilla en las manos, tenía un sonido... claro que con mis capacidades, el arpa balaba...
dintel,
ja ja ja, no eres la única que no puede hacer sonar un arpa.
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