Espiral infinita del tiempo, las estaciones, la subjetividad del tiempo y las estaciones, los días, el segundo. Comenzó el otoño. El verano se nos fue demasiado deprisa. ¡Cómo disfruto cada uno de esos días cálidos, largos, sin mucha oscuridad, con mucha luz! ¡Cómo disfruto las noches de verano, largas, luminosas, luciérnagas, recorreres cálidos entre las ramas!
En Madison, el otoño trae la premonición de sus inviernos, largos e imposibles. Me propongo no pensar más allá de hoy pero me cuesta. Hoy, por suerte, hay luz y el verde de los árboles aun vibra en su madurez.
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