Expresiones como esta contienen el espíritu de la EVE: te mira de frente, te sonríe, te acoge.
Estos días apenas si he podido pasear por las clases. Hoy encuentro una rendija para asomarme a la clase de viola
Estos días apenas si he podido pasear por las clases. Hoy encuentro una rendija para asomarme a la clase de viola
y hacerle fotos a los violinistas de la orquesta de pequeños.
No me importa que el grupo sea pequeño porque puedo conocer a cada uno un poco mejor. A algunos los conocí el año pasado y me gusta mucho el reecuentro, poder ver cómo crecen personal y musicalmente. Otros han venido de Estados Unidos para estar aquí: nada como borrar fronteras de esa manera y comprender que la música, como otras muchas artes, no las tiene
Esas miradas y expresiones también lo dicen.
Hoy, cuando encuentro a estas chelistas por el camino,
recuerdo las distancias de otros años de un espacio a otro. Este albergue es más pequeño y por eso, más descansado físicamente. Y aunque nos falten aulas interiores, afuera es el lugar idóneo para algunos instrumentos
Los demás estamos adentro.
Aunque me gustaría sentarme a escuchar un rato a todos, solamente me paro con los chelistas
Aunque me gustaría sentarme a escuchar un rato a todos, solamente me paro con los chelistas
y clarinetistas
Sí, con los violines también
Esa es nuestra mañana de clases, orquesta y coro. Sus músicas recorren pasillos y salones.
Las tardes traen otros momentos.
Hoy solo eligo dos fotos del taller de lipdub porque sí, ocupan el espacio sonoro y visual. Y porque también ellos son parte íntima del espíritu creativo de la EVE
Cuando nos sentamos a merendar todavía escuchamos la música que están doblando
Luego hacemos de ese momento un descanso que se siente único porque aunque solo sea nuestro cuarto día, ya nos están haciendo falta muchas horas de sueño, aunque la sonrisa de Vicky y la tranquilidad de Mª Ángeles parezcan decir lo contrario
1 comentario:
Gracias por esta ventanita
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