No hay mucho tráfico para ir al hotel. Volvemos a pasar por el mercado en el puerto
Vamos directamente a "nuestro hotel". Es pequeño y ya nos hemos hecho amigos de la gente que allí trabaja. Dejamos las cosas y salimos de nuevo a caminar. Es viernes y el servicio del mediodía acaba de terminar en la Mezquita Azul. Vemos salir a bastantes hombres. A las mujeres no se les permite orar en las mezquitas los viernes (¡!).
Por el Hipódromo, turistas, vendedores, guías y esa mezcla de gentes que vive en Estambul, punto de encuentro de mundos y culturas, antes y ahora
Dejamos atrás Santa Sofía
mientras cogemos el tren para ir hacia la zona donde está otra mezquita que queremos ver
Bajamos tres estaciones más allá y caminamos por la zona donde está la universidad de Estambul, la más antigua del país. También esta caminata me gusta, por la gente, el ritmo, el movimiento, tiedas, puestos en la calle, restaurantes, otras mezquitas,
gente que lleva comida por encargo y que ya hemos visto otros días en la ciudad
Todavía hay tiempo. Bajamos a la calle estrecha y salimos de nuevo hacia la universidad. Es la hora de la siesta
mientras cogemos el tren para ir hacia la zona donde está otra mezquita que queremos ver
Bajamos tres estaciones más allá y caminamos por la zona donde está la universidad de Estambul, la más antigua del país. También esta caminata me gusta, por la gente, el ritmo, el movimiento, tiedas, puestos en la calle, restaurantes, otras mezquitas,
gente que lleva comida por encargo y que ya hemos visto otros días en la ciudad
Süleymaniye Camii está detrás de la universidad y llegamos a través de una calle estrecha
Es la mezquita de lo "más": es la más grande de Estambul; fue construida para el sultán Süleyman el Magnífico, el más rico y poderoso del imperio otomano; y su arquitecto fue Mimar Sinan, el más famoso de la historia de la arquitectura otomana
Fue construida entre 1550 y 1557 y dicen que Sinan no utilizó planos. Esta obra es una de las cerca de 400 que construyó. El coste de la mezquita fue en aquel momento el equivalente a 60 millones de dólares actuales.
Antes de entrar, nos paramos a ver el lugar de las abluciones
Hay una entrada para quienes vayan a rezar o otra para visitantes
La puerta de entrada
Desde el patio de atrás también se ve preciosa
También aquí es evidente la mezcla de gentes y formas
La mezquita está situada en una de las siete colinas que tiene la ciudad así que es un buen lugar para tener una panorámica del cuerno de oro
Antes de entrar, nos paramos a ver el lugar de las abluciones
Hay una entrada para quienes vayan a rezar o otra para visitantes
La puerta de entrada
Desde el patio de atrás también se ve preciosa
También aquí es evidente la mezcla de gentes y formas
La mezquita está situada en una de las siete colinas que tiene la ciudad así que es un buen lugar para tener una panorámica del cuerno de oro
3 comentarios:
Uf, qué ganas de conocer Estambul, ya imagino a mi dedo echando chispas, cli, clic, clic.
Raquel, me ha encantado como nos muestra la ciudad, sus contrastes y sus gentes.
Y la mezquita una maravilla. A mí me emocionan las mezquitas, no sé por qué.
Un beso,
Viendo tu reportaje me entran ganas de volver ya mismo.
Tesa,
sería genial ver el Estambul que tú fotografiarías y escribirías.
Tawaki,
Me apunto!
Publicar un comentario