lunes, marzo 03, 2008

¿Todavía?

- ¿Sigues pensando lo mismo que ayer?
- Sí, sigo pensando en los cambios, en la riqueza de cada día, en cómo a veces es difícil no dejarse entretener en esas melancolías que te detenienen. Me gusta la melancolía, no te creas que no, pero hay muchos tipos de melancolías y muchas tipos de nostalgia. Tú también lo debes saber porque vives lejos de la casa.
- Me parece curioso que relaciones la nostalgia con estar lejos de tu familia y los amigos de allá.
- No la relaciono sólo con eso pero creo que las distancias están repletas de nostalgia. Aprendes a conocerla, a transladarla de un sitio a otro cuando la sientes que revolotea aquí o allá, pero sabes muy bien que vive contigo.
Hablo de todo esto porque hablar de algo es un poco como quitarse el miedo, entender un poco más el verdadero sentido de las cosas, verlas recobrar el reflejo interior de sus ojos.

- A veces mis nostalgias son de las que es muy difícil hablar porque son un puro sentir, un abrazo intenso que te lleva como tornado entre recuerdos, sueño y certeza en un momento en el que te ves, te reconoces y a la vez no distingues las partículas de tu multiplicidad; nostalgia casi dulce y ambivalente, como la espera y la esperanza, siempre ciertas, siempre diferentes, agudo su corazón, ágil su esencia.
- Creo que yo llamo a eso de otra manera pero que también me pasa. Qué cosa esto de ser, pensarse y sentirse sin descanso, pensar y sentir a los otros, moverte entre mundos que a veces te pertenecen, otras que no, mundos que te dicen y desdicen; y seguir siendo tú y comprender que la vida es así, incesante, y que la grandeza es poder sentirla, seguir tratando de comprender.
- ¿Quieres salir a caminar?
- Pensé que no te gustaba cambiar de tema de repente
- ¿Crees que es cambiar el tema?
- Hoy no, la nieve aún está muy alta. ¿Esperamos hasta mañana?

8 comentarios:

Irreverens dijo...

En mis primeros meses en Vigo no podía detener el flujo de pensamientos de todo tipo sobre mi pasado más reciente y remoto. Era muy curioso. No era voluntario.
MElancolía, nostalgia, tristeza. No era capaz de ponerle ningún nombre a aquel estado. Simplemente me permitía sentirlo, intentaba que fluyera por dentro de mí, con la esperanza de que se fuera pronto y me dejara tranquila.

En cierto modo, estos estados letárgicos me incomodan un poco aunque los considero necesarios para resituarme.

Besotes.

Mariano Zurdo dijo...

A veces en la reflexión está la solución y otras, simplemente, el alivio.
Sea como sea, me parece otra conversación interesante y llena de miga.
Besitos/azos.

elita dijo...

Esperar o no esperar, esa es la cuestión. Tus textos y tus fotos… nunca dejas de sorprenderme.
Besitos y buenas noches.

Raquel dijo...

Irreverens,
tal vez no sean letárgicos sino una etapa más en el proceso, quién sabe. Madison es una ciudad de gente que va y viene. Muchos amigos se han ido, otros llegan. Yo misma siento que soy transición aunque de alguna manera soy parte de esto. Creo que lo importante es encontrar la certeza de lo que haces y vives allá donde estés. Se dice pronto, sí ya lo sé. Hablamos de esto porque creo que es algo vital y que le llega de cerca a muchos, no sólo a quienes están físicamente un poco más lejos.
Un abrazo grande

Mariano,
muy de acuerdo contigo. Claro, ya decía yo que por algo me debía gustar hablar de esas cosas...
Un besote

Elita,
gracias y buenas noches para ti tambié porque a estas horas ya debes estar dormida.
Un abrazo

Luis López dijo...

Muy profundo.

Raquel dijo...

Luis,
creo que tú también eras extranjero en otra tierra que has hecho tuya. Es parte de lo que nos toca vivir.
Un abrazo

banderas dijo...

Sentimiento gallego de la vida en tierra extraña... saudade. Con unos fados y un Oporto eso se traduce al portugués. En catalán ronda el "anyor" que si es un "gos" te muerde.

Hoy tengo las neuronas aún a medio recuperar y tengo el "toque" chistoso... será el agotamiento.

Bicos ;-)

Raquel dijo...

banderas,
disfruta ese agotamiento y ese buen humor tan bien merecido
un abrazo