miércoles, octubre 22, 2008

Como el día

Ahora sí, el día quebró sus filamentos y olvidó sus otras galas.
Hay límites, me dice. Ya es hora, necesito que el otoño me inunde,

que entretenga con otro sonido el paso, el susurro de las ramas


Llega en el momento justo, le digo, cuando debería llegar. Así lo siento.

Bajo la cuesta apresurada, sin poder quitarme la sensación de que falta ese minuto para ese algo más que siempre necesita hacerse.
No, no falta, no se necesita más, me dice. Es lo que es, nada más

Debe de ser así. Esa voz sabia siempre parece tener buenas razones.
Entonces ralentizo. Quiero llenarme de otras formas y colores,

vaciarme para que los pensamientos tan monótonos de los últimos días me den un respiro,

inundarme de otoño y hojas, sentir como el día

11 comentarios:

Irreverens dijo...

Mientras contemplaba tus preciosas fotos, hoy me decía a mí misma que, si algún día me paseo por Madison, voy a reconocer cada rincón que merece la pena ser reconocido.
Para entonces espero saber mirar tan bien como tú.
:)

Un beso otoñal (aquí también).

Anónimo dijo...

Buenos días, guapísima!
Aquí tenemos los mismos colores, divino,está todo divino.
Besos

belenmadrid dijo...

oye, y allí utilizan las máquinas esas de aire para quitar las hojas también? porque hacen un ruido..

Raquel dijo...

Irreverens,
ya sabes hacerlo.
Un besote

Mita,
fantástico este otoño en ese sentido. El que no haya habido cambios de temperatura drásticos ha sido un lujo también.
Besos

Geminisdespechada,
un ruido horrible. Hay tantas hojas que primero las rastrillan y luego ya utilizan las maquinitas. Entre cortacesped, quita-hojas y quita-nieves... un mar de silencio, vamos.

JESUS y ENCARNA dijo...

Que buen otoño estas viviendo, Raquel, aqui en el Pirineo Catalan se empiezan a ver esos colores que me extasian, tan luninosos y barnizados con las gotas de lluvia.
Los troncos de los arboles, majestuosos, quietos, presentes en las vidas de cientos de años....
Besos otoñales.

Magda dijo...

Tambien he salido a buscar mi otoño...y el silencio de la montaña, y el mío.
Un abrazo.
Tus colores bellos como siempre.

Anónimo dijo...

Espectaculares Raquel, he vivido esos otoños en la zona de New England y no me cansaba de mirar los árboles. Ahora que por aquí, como sabes, tambien tenemos nuestro encanto.
Un saludo
Peter

elita dijo...

Aquí en Barcelona cuesta ver la huella del otoño, va despacito, pero algo se va notando. Ojalá el que viene pueda vivirlo de verdad, ¡en ello estoy!

Anónimo dijo...

El campo charro se llena de amarillo en el suelo mientras el verde de la encina sigue encendido, cuando pasas a los arribes, se juntan los robles amarillos y los chopos totalmente dorados, un espectáculo, lástima de cámara y de tiempo para hacer la foto.
Besitos
Pilar

Minombresabeahierba dijo...

fascinantes fotos y frase: "inundarme de otoño y hojas", es lo que se siente. besos

Anónimo dijo...

Ya se nota en las fotos que el Otoño está con ganas de inundarte de su clima...déjate llevar, no te arrepentirás. Saludos afectuosos, de corazón.