El olor del cempasuchil flota en el aire en estos días en que México prepara su semana para celebrar a sus muertos, darles la bienvenida, adornar e iluminar su camino
Temprano, este niño y sus hermanos descargan las flores de la camioneta para venderlas. Con ellos, su sonrisa y su maravillosa mirada, comienza este día que es dueño el festival
Hoy es en Purísima de Arista, una pequeña comunidad a unos 12 kilómetros de Jalpan
Alrededor de la plaza ya se han instalado los puestos de artesanía y la música de banda llena el espacio. Se siente bonito, como vestido de gala con toda la naturalidad que le pertenece
Angel González, poeta y músico a quien tuve la suerte de conocer y escuchar hace un año en Son Raíz, está dando un taller de son arribeño para niños
Muchas niñas se han vestido de color y da mucho gusto verlas
Cuando todos han elegido un instrumento,
se separan en grupos para hablar de música, de los instrumentos, de lo que significa tocar música tradicional, del recorrido de cada uno de estos músicos que tocan tanto sones arribeños como huastecos
Se trata de conectar a los niños con su propia historia y sus tradiciones, robarle algo de la influencia y poder que la cultura que los medios masivos imponen. Se trata de trabajar todo esto en comunidades pequeñas donde todavía se compra la verdura en el tianguis y la mercancía se transporta en burro
También el cempasuchil
Para cuando termina el taller, los niños ya están zapateando huapango
Hoy también el programa del día es muy completo. Vemos la presentación del CD "El gusto, 40 años del son huasteco", con grabaciones de campo realizadas por Eduardo Llerenas, Enrique Ramírez de Arellano y Baruj Lierberman entre 1979 1981, y algunas muy recientes. La selección y edición del disco es una verdadera chulada
Junto a la música, el público que sale a bailar en cuanto la escucha,
los rostros que hablan por sí solos de ese espacio que invita, abierto e integrador
y la capacidad para improvisar y compartir en el momento que en esta presentación se encarna en la décima de Arturo Castillo y de Ángel González
Un descanso nos lleva de nuevo a la plaza
antes de volver a escuchar la presentación del libro de Rosa Virginia Sánchez, "Antología poética del son huasteco tradicional"
La tarde fue para la presentación de algún CD y la de la danza tradicional del Chul a cargo de un grupo de Ozuluama, Veracruz. Y la noche trajo son arribeño y poesía decimal campesina.
Los grupos se suceden en el escenario
Se siente el vigor y la fuerza de estos músicos tocando y recitando décimas
Violines, quintas y jaranas son testigos de esa fortaleza y solidez, de una poesía social comprometida
Y junto a la música, los bailadores en la tarima
Incansables zapatean acompañando la parte instrumental de los sones y se detienen para escuchar las décimas recitadas.
A las 10 empieza la topada, la controversia entre los dos grupos a ambos lados de la gigantesca tarima
En algún momento dejamos la fiesta, el círculo, los amigos. Pero la topada probablemente continuará hasta las 2 o 3 de la madrugada. Así es la fiesta aquí, el compartir, el convivir con los amigos, el celebrar con música y baile.
Estos festivales mueven no sólo a músicos sino a mucha gente apasionada por la cultura tradicional, la música; gente también con un compromiso por esta parte de una cultura viva que, aunque a veces haya que hacer el esfuerzo por encontrarla y ayudarla a salir adelante, es muy fuerte y se construye entre todo.