Tal vez sea la una cuando llego a mi hotel, The Pelham, muy cerca del Sheraton, donde va a ser la conferencia. Aunque renovado, es uno de esos hoteles anclado en el tiempo. Tal vez sus techos altos o su ascensor quejumbroso descubren
Poco después de dejar las cosas salgo a camianr. Dejo para otro momento el distrito financiero, sus grandes hoteles y edificios de apartamentos. Quiero ir hacia el French Quarter y al mercado francés.
No me doy prisa. Todo se siente nuevo y la ciudad se antoja pintoresca
Voy buscando el mercado a la vez que trato de encontrar un cachito de río, de ese río tan larguísimo que es el Mississippi. Ahí está, pasando la estación del tranvía al final de Canal Street,
más allá de ese espacio de descanso
y paseo
Dejo la orilla para ir hacia Jackson Square, aunque en realidad, no llego allí hasta después. Primero es el mercado y todo lo que pasa antes de llegar porque hoy es Halloween y ya desde temprano, unos y otros han elegido su motivo y disfraz. Tanto los bici-taxis como los conductores de carruajes no pierden punto
Sigo hacia el mercado, entreteniéndome aquí y allá
Esta es una de las calles donde no dejo de ver carruajes. Me pregunto quién es turista y quién no lo es,
quién vive del turismo, quién no
Esta parte es casi donde termina el distrito francés
Un poquito más allá está el mercado, aunque ya en esta parte hay todo un edificio con tiendecitas y soportales, todo arreglado y pispireto, con bancos para sentarse a descansar, a esperar, a pasar el rato o a dedicarse a ese entretenimiento gratis y universal: ver pasar a quien pasea
Ahí está
Son cerca de las cuatro y no hay mucha gente. En uno de los primeros puestos venden.... sí, cocodrilo
Tomo café en Alberto's. La señora que lleva el puesto ofrece la carta a quien pasa para que se siente a comer o tomar algo. Ella es de Guerrero. Su marido es español. Los dos llevan mucho tiempo en Nueva Orleans.
Sigo camino
Tal vez por las mañanas este lugar esté más lleno
pero ahora no hay mucha gente. También aquí se siente el mismo desenfado de la gente con la que me he ido cruzando por la calle, esa simpatía del sur, esa otra forma de sentir el tiempo y disfrutar de los momentos suspendidos
Esta parte de la ciudad, el French Quarter, es una sección de viviendas, restaurantes, bares, tiendas... Muchas cosas renovadas, otras no
No se inundó con Katrina en 2005. Gran parte del turismo del que vive la ciudad llega a quí. La vida nocturna es intensa y los clubes para escuchar música también se multiplican
No se inundó con Katrina en 2005. Gran parte del turismo del que vive la ciudad llega a quí. La vida nocturna es intensa y los clubes para escuchar música también se multiplican
La arquitectura de es una mezcla de estilos españoles, franceses y criollos norteamericanos. Después de los incendios que casi destruyeron la ciudad en 1788 y 1794 se construyeron las casas con chimeneas y con fachadas de ladrillo, pintadas o no. Los balcones con barandillas de hierro forjado fueron añadidas a muchas casas después de 1850
A medida que avanza la tarde, Halloween es una constante más pronunciada por todas partes
A la gente no le importa que hagas fotos. De hecho, hasta posan para ti
A medida que avanza la tarde, Halloween es una constante más pronunciada por todas partes
Alguien le preguntó a estas chicas quién las había pintado. "Nosotras", dijeron
El espectáculo es constante,
En algún momento de la caminata llego a Jackson Square, enfrente de la catedral de San Luis (St. Louis)
y colonia de artistas que viven del arte que ahí mismo crean |
Entro un momento al parque. Siempre me hace gracia cuando veo a parejas como ésta: ella le hace fotos a él sentado en la fuente y él se las hace luego a ella
Así que les digo si quieren que les haga una juntos y después de utilizar su cámara, hago alguna más con la mía
La plaza está llena de gente
Cuando llego al final,
vuelvo a mirar hacia atrás
y luego sigo camino
A cada paso hay algo con lo que entretenerte. En esta esquina fue esta limusina teniendo que maniobrar unas cuantas veces para poder pasar
y poco después ésto
Llega un momento en que la línea entre lo imaginado y lo real se confunde
A pesar de estar cerca del distrito financiero, todavía se siente ese algo especial de estas calles que constantemente te transportan al pasado
y construyen un puente de tiempo y culturas
De nuevo cerca de Canal Street,
me dejo llevar por la inconfundible música de una de las bandas de viento típicas de Nueva Orleans. Imposible resistirse a su fuerza y su generosa cadencia
Después de pasar por el hotel de la conferencia y ver a algunos compañeros, y después de cenar un buen etuffe de cangrejo (guisado de cangrejo sobre arroz) y gumbo (una especie de sopa de marisco) en Mother's, salimos a caminar por Bourbon Street
La fiesta ha comenzado. El desfile de disfraces y el ruido son impresionantes
Terminamos la noche escuchando jazz.
What a full day! Mañana más.
6 comentarios:
Veo que después del huracán está todo en su "sitio" de nuevo, aunque, como bien dices, el mal llamado "French quartet" (lo hicieron los españoles...)no se inundó, porque estaba hecho en el sitio correspondiente para que no le afectaran las crecidas del Missisipi. No dejes de tomar los beignets en el Café du Monde (junto al rio), las ostras de todas las formas imaginables (hasta con queso) y, si te gusta el picante, un jambalaya... No sé como decirte que iría nuevamente de cabeza a Nueva Orleans !!! Espero que disfrutes mucho. Un besote.
Excelentes fotografias....
Passa no meu blog que tem lá um prémio....
Cumprimentos
Es uno de mis destinos fetiches y me temo que lo seguirá siendo. Al menos tengo tus fotos.
Enhorabuena por tu visión.
Wow!!!!
:)
Pedro,
los beignets son muy ricos. El sitio parece que estuviera siempre lleno y las camareras, por lo que sea, casi todas de origen asiático y más bien mayores. ¿Cuándo estuvieste en NO?
Fernando,
ale! muchas gracias!!!
José,
el destino es caprichoso. Es mejor que le dejemos las puertas abiertas.
Irre,
creo que tú también lo hubieras disfrutado. Nos ha faltado hacer una excursión por el pantano. ¿Te hubieras apuntado?
Raquel estuve en NO hace algunos años en un congreso y, como tú, luego siempre aprovecho para conocer los lugares por donde voy. Indudablemente, los tiempos han cambiado, cuando fuí en el Café du Monde los camareros eran autóctonos y, eso si, muy amables (ya sabes el tip...)Todos los días desayunábamos allí. Me encantó NO y sus alrededores y a la menor oportunidad que tenga, volveré. Un besote y espero que hayas disfrutado como yo lo hice.
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