Como si de otros tiempos se tratara, trabajo casi todo el día y salgo a la calle poco antes de que caiga la noche.
La plaza y la calle de al lado, Los portales, son únicos en el centro de Veracruz. Tienen vida propia. Por una parte, el ayuntamiento organiza actividades casi a diario en el Zócalo. Allí llegan veracruzanos y extranjeros a escuchar, bailar y vivir la música. A veces, com hoy, ni siquiera es el ayuntamiento el que organiza estos momentos
Una excursión de la tercera edad está de visita y el grupo de marimba del señor Genaro, con quien estuve charlando el otro día, es el que toca para ellos
Sí, más tarde llega el danzón,
que hoy lo ameniza la banda municipal
Yo también me siento a escuchar. Hoy comparto butaca con Dolores, una señora que viene con una grupo de maestros retirados que están de excursión y van hacia Chiapas
Maravillosa, se soprende cuando le digo mi edad y no se la cree. (Me siente como a jovencita y me coge la cara entre sus manos para asegurarse.) Se ríe cuando me pregunta de dónde vengo y jugueteando le digo que averigüe. Luego cuando le digo de dónde y me dice que nunca ha odio hablar a una persona de España. Sí, el mundo lo seguimos viviendo de forma muy diferente unos y otros. Ella confirma también esas dos preguntas que siempre te hacen por aquí, si estás casada y si tienes hijos. Sólo hasta mucho después en la conversación te preguntan qué haces, cómo te ganas la vida, una de las primeras preguntas que siempre te hacen en Estados Unidos.
Los portales, como la Plaza Mayor de Salamanca u otros lugares similares, viven del turismo o de los lugareños que quieren sentarse a disfrutar de ese "ambiente" en particular. El de este corredor de terrazas de bares y restaurantes es uno vívido, salpicado de ruido, conversaciones, vendedores ambultantes y músicos que caminan de acá para allá buscando clientes los contraten, que compren unao varias melodías. (Se regatea, sí.) El reto sonoro y comercial es permanente en la variada oferta de conjuntos norteños, de marimba, jarochos, mariachis y trovadores compitiendo para encontrar su audiencia. Es su forma de vida. Ayer hablo de todo esto con Maximino, que me dice que es el camarero más viejo de Los portales y que se conoce a los muchos músicos que por allí pasan día, tarde y noche
Él, dicharachero y divertido, orgulloso de ser veracruzano y de tener alma salsera. Me hace sentir, como muchas personas a las que me he ido encontrando en esta ciudad, muy bienvenida al lugar.
3 comentarios:
Curioso y atractivo ambiente. Disfruta!
Oye!
Pero es que siempre que sales a la calle hay luz, colores y música?
;)
Besicos
José,
la verdad es que es único aquí en el Puerto.
Belén,
es que es justo lo que voy buscando. Y por eso es por lo que estoy aquí.
Besos
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