Hoy por primera vez en mucho tiempo tengo la posibilidad de encender la televisión antes de ir a dormir. No lo hago.
Me muevo de este a oeste. El sol no pica y la humedad no pesa tanto. Xalapa está en el interior. 24º C, dicen. Ya se siente frío. (Deben ser ciertos esos refranes de costumbres y hábitos que hacen al monje.)
No vengo a explorar esta ciudad de cerca de 400.000 personas. Por unas u otras razones he estado aquí en visitas cortas varias veces en los últimos tres años. A veces son las cosas así.
Llego a ésto,
lo cual no es precisamente danzón en el Zócalo. Un amigo me invita al espectáculo del Ballet folklórico de la Universidad Veracruzana. En ese momento ya están en Veracruz. Han pasado por Chiapas, Tabasco y Oaxaca. Ahora le toca el turno al danzón, al carnaval y la mojiganga
Luego, para terminar, al vistosísimo jarocho que se lleva al escenario
Además, llego también a compartir una comida con otros músicos que ya comienzan a celebrar el día de Santa Cecilia. Con ellos disfruto la comida, la conversación, el buen humor y la música que como en toda buena reuniónm, no podía faltar.
No creo que mi expresión fuera la de esta niña que también estaba ahí, pero algo parecido.
4 comentarios:
¡Hala, qué bonica! Cuánta ilusión en su cara...
Cuanto colorido en el ballet Folklorico!
Que ojazos la niña!
Casi como la Dama Musical.
Besotes mil!
También iba a comentar lo de los ojos, felices...
Saludos
Bellas escenas y hermoso colorido tiene su decorado, la danza es espectacular, a mi me encanta ver representadas en ella las raíces de un pueblo.
Guapa es la niña!.
Un abrazo, gracias por enseñarnos día a día ese maravilloso país.
Como dice la canción...Méjico lindo y bonito...
Un abrazo y gracias por enseñarnos día a día
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