lunes, octubre 29, 2007

un día clarísimo de otoño,
volver a la rutina,
tener clases, darlas,
muchos recuerdos del fin de semana,
esbozos de nuevos proyectos,
cartas acumuladas,
tirar la mitad de los mensajes electrónicos que llegaron estos días,
llamadas de teléfono,
otro mes se acaba,
envidiar a quienes pueden comer calbotes y tomar vino joven en una tierra que huele a octubreras y otoño, robles y pinos, hojas en el vallejo,
cocinar,
reconocer calles y pasos,
continuar pero también empezar de nuevo, como siempre

11 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Así es la vida, una mezcla de pasado cercano, presente y futuro inmediato. Dejar cosas atrás e ir a por las que están delante.
Me ha gustado lo que has querido decir y lo que has conseguido, cosa que no siempre sucede.
Besitos/azos.

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

Tus calbotes son en mi tierra los magüestos. Y aquí se acompañan de sidra dulce. Tiene forma de poema el post. Lo es a su modo.
Un abrazo.

Tawaki dijo...

La vuelta a la rutina tiene esas cosas, uno debe sacar el machete y cortar toda la vegetación que ido creciendo en el despacho de forma descontrolada. Ya sean correos electrónicos, cartas, etc.

leo dijo...

La rutina nos salva tan a menudo. Es la gran damnificada en esta cultura nuestra de la "sofisticación", de la falta de sencillez. Ella nos permite empezar de nuevo. Bendita sea.
Un beso, Raquel, guapa.

Raquel dijo...

Mariano, ayer fue esa sensación de entrar en el autobús por la mañana y sentir que todo seguía igual, que volvía a encajar en ese laberinto ordenado de rutinas, como si nada hubiera pasado. A la vez, saber que era diferente. Nos pasa a todos y el tesoro es que seamos capaces de vivirlo con lucidez.

DR, magüestos, qué bien aprender esto hoy. El poder de la tierra, sus frutos y particularidades me maravilla.

Tawaki, exactamente. De ahora en adelante voy a pensar en mi "junk mail" como vegetación no deseada.

Raquel dijo...

Leo, benditas rutinas que nos ayudan a recuperar el idilio con esa sencillez de la que hablas.
(Creo se cruzaron nuestros comentarios y que cuando estaba llegando el tuyo, el mío estaba saliendo)
Un abrazo para ti también

Viguetana dijo...

¡Hola!
:-)
Me iré poniendo al día, ahora que ya he vuelto yo también a mi rutina... Aunque a lo mejor dicha rutina cambia en breve.
Bueno, si acaso ya os lo cuento en mi blog a su debido tiempo.

Besitos

Raquel dijo...

Bienvenida Viguetana. Este es un año de cambios. Ahora voy a verte para escuchar todas tus noticias atrasadas.
Un abrazo
(No sé por qué me acordé de ti ayer en la clase de spinning.)

banderas dijo...

Mira tú por dónde aquí tengo otra adicta al gimnasio...je!je!je!

Me gustan las rutinas, y me hizo mucha ilusión la alusión a mi blog... y a los calbotes y a los magüestos (supongo que se refieren a las castañas asadas).

¡Qué sería de la vida sin las rutinas! ... y de sus salidas de tono.

Cuando tenga algo más de tiempo me paso por esos apuntes sobre Ohio.

Bicos ;-)

Raquel dijo...

Banderas, este curso, con eso de estar en la universidad, el gimnasio está sufriendo un poco pero sí. Me imagino que no estoy en tan buena forma como tú pero al menos me gusta hacer una clase de spinning y otra de body pump a la semana. Si puedo, media hora de correr pero muuuuyyyy despacito, o nadar un poco más tarde, cuando la nieve está afuera y el agua calentita aguanta mis quejas por el frío.

Sí, los calbotes son las castañas asadas, el vino joven, tú mismo lo has dicho.

Besos para ti también campeón

Viguetana dijo...

¿Pensaste en mí en la clase de spinning?
:-O
¡Cómo mola!
jajaja!

besitos