sábado, octubre 20, 2007

Tiempo

No tengo tiempo, no me da tiempo, no hay tiempo para...

Escucho esto constantemente, lo digo constantemente. ¿Por qué nos empeñamos en llenar los días de tal forma que no dejamos márgen para lo inesperado? La verdad es que siempre hay algo inesperado, un momento con el que no contábamos, una llamada, una conversación más, un párrafo más que leer, otro paseo para comprar algo que se te olvidó que necesitabas para la comida. Todo lleva más tiempo de lo que pensamos.

Antes de escribir lo anterior estaba diciendo: "apenas si estos días he tenido tiempo para escribir entradas un poco más largas en Ecos del sonar". "Estos días" a veces significa todo un mes, a veces más. ¿Es como si estuviéramos esperando a que las horas se alarguen para poder terminar todas las cosas pendientes por hacer? No, las realidades nunca funcionan de forma tan límpia y certera. Pero hoy no puedo quejarme, tengo todo el día para terminar un trabajo que voy a presentar en una conferencia la próxima semana. La claridad del día tampoco se queja. Estos sus colores y su tiempo, todo

6 comentarios:

Sir John More dijo...

Ay, Raquel, si todo fuese tan fácil con el tiempo... La palabra más moderna es aceleración, y tal vez la que hunda a esta civilización. Besos verdecidos.

JUANAN URKIJO dijo...

¿Sabes que rara vez creo que puedo decir que no tengo tiempo?
Hace poco leí a Paul Morand y me hizo gracia cuando decía:
"¡Cuánto tiempo perdido, en ganar tiempo!"

Un beso, Raquel.

Raquel dijo...

sir john, creo que ahí está el truco, hacer lo que tenemos que hacer pero sin sentir esa acelaración que desorganiza todo y todo lo impacienta.

dédalus, el tiempo es real y subjetivo. No está nada mal sentirlo tal y como lo haces.
Un abrazo

Tawaki dijo...

Mi comentario ha debido hundirse en mitad del Atlántico. Por favor, si se repite que sepas que no es afán de notoriedad.

Creo que la falta de tiempo es fruto de los rápidos en los que nos vemos inmersos y que bastante tenemos en sacar la cabeza en mitad de río tan revuelto.

Yo en concreo me agobio al pensar que la vida es tan corta que no podré satisfacer ni una ínfima parte de mi curiosidad.

Besos,

Anónimo dijo...

No queda más remedio que priorizar, ya que el tiempo es el que es. Es difícil cuando la curiosidad es grande.
Besos.

Raquel dijo...

Tawaki, bien lo dices, es esa curiosidad la que coloca al tiempo en otra dimensión.

Leo, establecer prioridades es fundamental porque si no, nos volveríamos locos.

Un abrazo