sábado, febrero 23, 2008

Me pregunto...

Estoy haciendo un trabajo sobre cómo los afromexicanos utilizaron ciertas formas musicales como forma de adaptación y/o resistencia durante la colonia. En los últimos 10 o 15 años ha habido todo un movimiento en el que se está tratando de recuperar y darle nombre a la identidad africana del afromestizo, colocarla en el mapa de la historia oficial mexicana en la que lo africano prácticamente no ha existido en la composición étnica de su mestizaje.
El tema me entusiasma pero lo encuentro complejo. Necesito delimitar y ser fiel a datos históricos porque igual que es cierto que la esclavitud existió en México y que tanto esclavos como negros libres constituyeron uno de los principales núcleos de población que levantó al país después de que 20 millones de indígenas murieran en un periodo de 90 años tras la llegada de los españoles, también es cierto que es fácil construir descripciones de africaneidad un poco a la ligera.
Es especialmente en el campo de la música donde encuentro que se han hecho muchos estudios en los que se asume algo es africano (por ejemplo) cuando en realidad ese algo puede pertenecer a muchas otras músicas populares y folclóricas. Son estudios que articulan teorías sin una base real y que con el tiempo, contribuyen a crear esa otra realidad inventada y superpuesta a lo que pudo haber sido el pasado real.

¿Acaso no somos nosotros los que necesitamos llamar a las cosas de una determinada manera y utilizar términos y conceptos como resistencia o adaptación? ¿Quién le va a ir a preguntar a la viejecita del pueblo si se siente bien cantando esta o aquella canción o si siente que reafirma su identidad de mujer cada vez que la canta?
¿Son tan dispares la realidad y el otro mundo que los investigadores crean?

6 comentarios:

banderas dijo...

Lo siento, Raquel, hoy me sobrepasas con creces. Mi ignorancia del tema es mayúscula y sólo podría realizar una extrapolación desde otros temas de carácter antropológico o etnográfico.

En cualquier caso, puede haber un auténtico abismo entre la realidad y el mundo bastante ficticio que un observador externo puede crearse intelectualmente. Lo fácil es decir que esas teorías están bien montadas. Lo valiente es afrontar la realidad como si nunca se hubiera investigado y olvidar que otros han andado sus propias rutas en la misma.

Siento no haber sido de ayuda.

Bicos ;-)

Raquel dijo...

Banderas,
es justo eso. Claro, hay que ver las teorías que ya se han dado y estudiarlas. Ver cuáles son reales o cuáles no se ajustan a lo que debería ser. A veces hay teorías que se venden y que realmente no tienen ningún fundamento científico, histórico, etc. Saber encontrar lo que no vale e ir contra corriente es, como dices, difícil.

Besos

Mariano Zurdo dijo...

Me pasa lo que a Banderas, que mi ignorancia sobre el tema me impide hacer un comentario sesudo y acertado.
Como él, sólo puedo extrapolarlo al campo que conozco, el de la psicología, y en este campo la distancia entre realidad y teoría a veces es sencillamente sonrojante.
Precioso proyecto en el que estás embarcada.
Besitos/azos.

Irreverens dijo...

El semestre pasado empecé a estudiar Antropología con unas ganas irrefrenables.
El desencanto fue mayúsculo.

La realidad que experimenta cada individuo no cabe dentro de las costuras demasiado estrechas y rígidas de las etiquetas conceptuales.

El lenguaje nos ayuda a conocer el mundo pero también lo simplifica hasta tal punto que lo ensombrece.

No sé si me explico.

Besos

Tawaki dijo...

A veces ni nosotros mismos queremos saber la verdad y preferimos dejaar las cosas como estaban.

Me gustará saber qué conclusiones sacas con este trabajo. No dejes de publicarlas.

Un abrazo.

Raquel dijo...

Mariano, Irreverens y Tawaki,
os contesto a los tres a la vez porque es eso efectivamente: las palabras no le llegan a la vida, la realidad y la teoría es como si no se hubieran visto jamás, y te preguntas por qué remover las cosas si somos nosotros los que las estamos reinventando porque necesitamos darles nombre y justificar que necesitan ser estudiadas.
En los últimos diez años ha habido todo un movimiento en algunas partes de México para tratar de recuperar la memoria histórica de los grupos afromexicanos que muchas veces han sido marginados. Miles de escritos han surgido al respecto, algunos llenos de verdad pero otros con muchos errores que vienen, sobretodo, porque se asume mucho (y se hace desde nuestra forma de ver las cosas)y se crean teorías que no tienen un fundamento real. En fin, el tema es largo pero creo que sabemos de qué va.
Luego cuento más.
Un abrazo grande