Con tristeza dejamos la Huasteca. Realmente es otro mundo, otro concepto del tiempo, de la sonoridad, del fluir de los días. El festival continúa dos días más en Agua Zarca, pero no hay más tiempo. Hay que volver a la gran ciudad.
Hacemos el primer recorrido por las montañas con niebla. No vemos los árboles altos y verdes ni las cumbres más cerradas, pero sí alcanzamos a ver los últimos retazo se verde
antes de ascender a los 2.700 metros de altitud y poder volver a ver esas cumbres imponentes
Dicen que más al norte, hacia Xilitla, la Sierra Gorda es todavía más impresionante. Creo que ese viaje también será para otra ocasión.
Dejamos amigos allí en el norte y aquí en la ciudad saludamos a otros. Algunos de ellos están tocando en un festival homenaje a una arpista veracruzana, Adriana Cao, por su larga trayectoria en el mundo musical mexicano. No conozco a Adriana pero el programa es atractivo. Además, este 4º festival de la décima que se le dedica se está haciendo en el edificio de la Revolución, toda una novedad en la utilización de este espacio para un festival de música tradicional
Muchos de los grupos son jarochos pero también hay otras músicas. Llegamos cuando Yolotecuani está tocando sus sones de Tixtla, Guerrero
Hay bastante gente y para cuando llega la noche, mucha más.
Cucalambé llena de energía el lugar con sus fuertes y rápidos sones jarochos. Los bailadores en la tarima completan el ensamble de requinto, jarana y marimbol
Lo huasteco lo llevan al escenario el conocido trío Chicontepec
y ya para entonces, el lugar está lleno
Es difícil hacer fotos desde lejos pero trato de acercarme para poder ver desde un poco más de cerca a Adriana cuando recibe su reconocimiento y con tremenda sencillez agradece el honor, la presencia de muchos, el abrazo de todos
Después le llega el turno a ella con su grupo, Caña dulce, caña brava
y más tarde a Zacamandú, un grupo con el que ella tocó durante muchos años y que primero empezó como trío huasteco
para luego ampliar repertorio a jarocho también
Después de Zacamandú todavía quedaban muchos grupos por subirse al escenario. Me alegro mucho de que un músico como Adriana reciba un homenaje en vida. Me alegro mucho también de que algo así tenga el poder de convocar a tanta gente. Eso me dice que la música tiene fuerza y realmente convoca.
Volver a ver a los amigos es siempre un regalo maravilloso. Toda esta semana ha sido eso, un verdadero regalo.
La luna crece y una nueva semana comienza. Aquí y allá.
3 comentarios:
Veo un Mexico alejado de las noticias terribles, así está mucho mejor manitooo
Coincido con caperucita roja. Viendo las noticias, una acaba pensando que todo México anda revuelto. Celebro comprobar que nada más lejos de la realidad.
:)
Caperucita,
pues sí, afortunadamente. Aunque esas otras noticias no cesan y se mueven de una parte a otra de México a capricho. Esta vez, tanto en D.F. como en la Sierra Gorda, ese fantasma no ha estado.
Irreverens,
esperemos que no llegue a esos lugares en los que he estado porque si eso ocurriera, la esperanza desaparecería del todo.
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