Los cielos claros y extensísimos de Wisconsin han estado reclamando atenciones estos días. No compiten con la riqueza de los colores cambiantes de los árboles. Están con ella. Una luna creciente ha traído al fin días secos y noches frescas que prestan la alquimia para esa riquísima explosión de color
Sin mucho tiempo para poder perderme entre rutas de campo, al menos hoy puedo tocar de cerca este derramar de amarillos,
recoger su lluvia de reflejos
y asombrarme con infinitos matices
y juegos caprichosos de luz y color
Pocos cortando el aire fresco del recorrido
y mucha la dificultad para no pararse muy a menudo y esperar a que te susurren sus secretos
10 comentarios:
Ah!!, empieza el espectáculo de colores del otoño de esas tierras. Alimento para el espíritu. Qué recuerdos!
Kisses, have a good week!
¡Ooooooh! ¡¡Ya están aquíiiii!!
:D
Sublime.
Preciosas!, solo espero que no te duela el cuello de tanto mirar hacia arriba...
Por aquí está siendo muy tímido el otoño aún.
Que lo disfrutes!
Con esos tonos la entrada en el otoño se hace más apaciblemente. Me gusta mucho la primera foto, con esas bifurcaciones de ramas revetidas de hojas y el sol tímidamente asomando por abajo.
Saludos Raquel.
¡Qué atracón de amarillo! Una preciosidad.
Ohhhhhhhhh!
No lo puedo evitar, me encantan esos amarillos...
Besicos
Besitos otoñales.
Peter Pan,
¿sabes lo mejor? Que está haciendo un tiempo de lujo. Ya sé que comparados con vuestros 30 de verano-verano no es nada pero de verdad, todo un lujo. Perfecto para salir en bici. ¿Te apuntas?
Irre,
a pesar de que hay mucho verde todavía, naranjas y amarillos están bailando sin parar. Precioso.
José,
no, no me duele y no me canso de mirar hacia arriba y hacia todas partes. Me encanta.
Rafael,
a mi también me gustan mucho esas fotos desde abajo, como desde el centro. A veces pienso que me gustaría vivir en una ciudad más metrópoli. Luego pienso en la primavera y el otoño de aquí y se me pasa el antojo. ¿Qué tendrá la naturaleza que tan poderosa es?
Tawaki,
a ver si este fin de semana puedo escaparme a algún lugar desde donde mirar desde lo alto esa maravillosa acuarela que ahora cambia día a día.
Caperucita,
¿sabes que ya hay una calabazas colocadas a las puertas? Hasta tengo una esperando a que la conviertan en calabaza en tacha para endulzar el aire cuando haga un poco más de frío.
Belén,
¿verdad?
Luis,
un gusto verte por aquí. Ahora voy a saludarte yo también.
Que maravilla de paisajes. Claro que ya firmaba por esos 25 grados pero con estos colores otoñales y esta luz. Aquí todavía la luz es de verano y los árboles se retrasan.
Raquel, que entorno, es una pasada.
Besos,
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