Zambullirse por el centro de la ciudad y caminar entre muchos. Los vendedores ambulantes han desaparecido de esta acera pero ya llenan aquella.
Sortear los huecos de las aceras, cruzar semáforos que siempre parecen necesitar más tiempo para que pasen todos. Es la gran ciudad. Sólo mirando a lo alto recuerdas que hay otro espacio, otro juego de luces,
Pero así son las grandes ciudades, una calle repleta y otra tranquila y olvidada. En una de esas calles relativamente tranquilas, en el antiguo Claustro de Sor Juana, comemos hoy y escapamos del ruido de coches y prisas. Si pasas por Isabel la Católica y San Jerónimo, no te olvides de este lugar, Zéfiro, un restaurante escuela dirigido y llevado por alumnos de cocina. La comida es deliciosa, lo mismo que el servicio. Es otra opción, otro juego de sabores dentro de la sorprendente variedad y riqueza de la comida mexicana. Postres también.
¿Quieres probar el postre de frutillas,
la paleta de mercado
o el helado de chocolate amargo?
4 comentarios:
¡El de chocolate amargo, por supuesto! ¡¡mmmmmm!!
:)
Por cierto, que no sabía yo que volvías a irte por esos mundos. Es que no paras, eh.
:D
Besotes
Qué pinta más buena. Mmmmmm
Irre,
¡ese fue el mío!
He venido a un festival que no pude hacer el año pasado, es uno de los más importantes de la región Huasteca. Es itinerante (lugar y fecha) y el año pasado fue en un lugar muy complicado. Pero es un viaje corto. Acabo de llegar a Jalpan, la sede del festival. Luego sigo contando.
Besotes también para ti.
Leo,
de verdad. El de frambuesa también estaba muy muy rico.
¡Pues a disfrutarlo!
:)
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