En El tecolote

Sí, la clausura del curso escolar del Tecolote, el 6º festival de música tradicional, un fandango que empieza a la 1 de la tarde y termina a las 12 de la noche.
Las actividades están programadas a partir de las 10 de la mañana pero antes de eso llegamos al Tecolote para desayunar. Los fogones ya están encendidos y listos para hacer las tortillas

La masa y las manos también listas para el trabajo,

lo mismo que los pocillos para el café de olla

La gente del pueblo trae la comida. Hay de todo y para todos: frijoles, arroz, guisados de diferente tipo, queso, huevos con frijoles, mole, chilaquiles, pozole...

Junto a ese fogón que no se apaga, grandes y pequeños esperan las tortillas para que el desayuno sea completo

antes de pasar a ver las presentaciones de la mañana.
Josafata Nava es quien convoca

Él como director del centro cultural, aunque detrás de él hay otras personas sin las que todo esto no sería posible. Ahí está Marta, su mujer, con tanta energía y vida como la del mismo Josafat

Bajo techado y entre las paredes forradas de maíz que enmarcan el escenario, los grupos de niños y jóvenes presentan el trabajo que han hecho durante el año y muestran lo que es El tecolote, las clases, el espíritu y la idea detrás de este centro donde se enseña música tradicional de la Tierra caliente de Guerrero. Hay clases de violín,

de tamborita,

de guitarra. Tocan juntos,

hacen teatro, tienen coros de niños y menos niños

Josafat presenta y comenta la línea de pensamiento y vida detrás de todo el proyecto, el por qué de esa necesidad de que los niños recuperen la herencia de sus propias tradiciones, de que a través de la música se puedan construir sociedades sin violencia y construir presentes que nos ayuden a sentirnos más parte de él.
El grupo de Los nietos de don Juan toca

y después de ellos, otros grupos

También hay espacio para comentarios, para dialogar sobre lo bueno o lo malo del proyecto. Todos aprendemos de todos y de todo. Es bueno hablar de cómo cada uno vivimos y sentimos algo, cómo nuestros propios puntos de vista pueden enriquecerlo. Ana Zarina sube junto a Josafat para comenta cómo ella siente que desde ese núcleo familiar desde donde nace este proyecto, el círculo se amplía para llegar a tocar la vida de muchos

Sí, el trabajo es de muchos y cualquier contribución y apoyo, cuenta. Es así como van saliendo las cosas. No se puede esperar a que alguien con todos o muchos recursos nos entregue los medios. Eso apenas pasa. Cuenta el que Antonio y Ana Zarina piensen en una exposición de fotos de personajes, músicos y momentos del lugar y de la tierra,

cuenta que la señora se pase unas cuantas horas haciendo queso fresco ahí mismo en El tecolote

Cuenta que los grupos que van a tocar no cobren nada,

que bailadores y apasionados por esta música y etas reuniones lleguen para seguir intensificando y agrandando el círculo

Cuenta que los mayores busquen el que los más pequeños aprendan su música y toquen

Cuenta la pasión por lo que te gusta y compartir ese gusto, esa comunión con el momento y la situación,

la intensidad de la música y creer en lo que uno hace

Y en todo eso, compartir vivencias, reencontrar amigos

y saber que es verdad que cuando algo bueno ocurre, te llega hasta muy adentro y toca la vida de muchos