Capital del estado de Oaxaca, Oaxaca de Juárez es conocida por su vida artística y cultural, aunque últimamente ha sido centro de protestas. En 2006, un movimiento político y social buscó la renuncia del gobernador de aquel momento. El movimento surgió a raíz de que la policía desalojara a los maestros en huelga que estaban plantados en el zócalo. A partir de ahí se creó la Asociación Popular de los Pueblos de Oaxaca, que todavía hoy sigue pidiendo la liberación de presos políticos y el apoyo a otros grupos sociales.
A simple vista, todo está en calma. Es mañana de sábado y la ciuadad parece despertar con calma. Han venido a recogerme para ir a desayunar. Aunque me quiero detener a ver esto y aquello, no es este el momento. Dejamos de lado Santo Domingo, uno de esos conventos que son visita obligada
y atravesamos varias de esas calles en las que colores y formas construyen el espacio
El día está precioso. Una parte mía quiere seguir caminando, la otra se sienta con placer en el patio del hotel Camino Real Oaxaca, ex-convento de Santa Catalina de Siena que data del siglo XVI y que tras una minuciosa rehabilitación, hoy es hotel de lujo.
He cambiado guías. He venido a Oaxaca para dar un par de clases y presentar mi investigación en un seminario sobre cultura e historia mexicanas que un profesor de Tucson, Arizona lleva organizando desde hace 13 años. Inglés y español en la mesa. Distintas las conversaciones, las formas. ¿Las personas? Otras pasiones e intereses. La misma intensidad
Antes de salir del hotel me acerco a ver el antiguo lavadero
y los frescos que se pudieron recuperar
Unas calles más allá,
el mercado, otro de esos destinos que no pueden dejarse pasar
Desde estos mercados es desde donde aprendes lo que gusta, lo que se come, lo que son productos de primera necesidad,
pruebas moles, preguntas, das y te dan conversación
Si algo recordaba de este mercado era la cantidad y variedad de chiles,
y que siendo Oaxaca, ni chocolate ni queso han de faltar
Al salir, aunque hay gente y bullicio en la calle, se siente menos que en el mercado. Igual, el zócalo vibra: vendedores y vendedoras, músicos, turistas, gente sentada en bancos o en terrazas
En la catedral busco un momento para sentarme y quitarme el calor
Hay silencio
Cuando salgo, personas, calles y edificios me seducen de nuevo
Voy caminando hasta la Iglesia de La soledad, aunque antes entro en el edificio a ella pegado, el ex-marquesado que hoy se utiliza para oficinas del gobierno
La iglesia, tan bonita como la recordaba
En todo el centro de Oaxaca, como en Morelia y Salamanca, muchas iglesias
y esos colores que no puedes despegar de la retina
Antes de que la llegue la lluvia,
llego al hotel
y leo algo más sobre esta ciudad que es Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1987. Hago una lista de las cosas que quiero hacer en estos días y me doy cuenta de que todo no va a ser posible porque ahora sí, a mí también me toca trabajar.
1 comentario:
mucha vitalidad ...mucha vida ahí...felicitaciones!!
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