Muchos ya están pensando en Halloween, los más pequeños en su disfraz y en su paseo de casa en casa pidiendo golosinas; quienes gustan de adornar sus casas ya hace días que colocaron sus calabazas y sus muñecos de paja; y quienes vayan a
participar en la fiesta de halloween en State Street, probablemente ya estén acariciando la idea de sus disfraces, su orgía, su noche de locura y desenfreno.
Parece que la idea de halloween se está extendiendo por otras partes del planeta. Ya desde los últimos cuatro o cinco años me cuentan de cómo se están multiplicando las celebraciones de halloween en España. Debe ser que la idea de una fiesta con disfraces es siempre atractiva. ¡Quién sabe!. Las fiestas que se adoptan y que no forman parte de la tradición deben ser atractivas para que uno las quiera asumir. Lo mismo debe pasar con los paises adoptivos, los pueblos o las ciudades que uno elige para vivir. Pero me imagino que cada caso es particular y que en cada adopción hay mil razones cargadas de subjetividad.
1 comentario:
Te dire pues que por mi vecindario, Lima-Peru, Haloween es (o era) completamente una fiesta de blancos, en su version civlizada. Hace ya algunos años los pobres se dieron cuenta, y empezaron a tocar las puertas de los barrios de clase media o ricos, pidiendo caramelos y golosinas, formando verdaderas turbas. Supongo que con unos cuantos años mas de neoliberalismo esto se arreglara, para un lado o para el otro.
Publicar un comentario