Se termina el fin de semana largo, cambiamos de mes y la noche sigue llegando demasiado temprano. Sí, ya sé que ahora son los días más cortos del año. La nieve llega regando silencio. Húmeda y vacilante, toda la mañana ha jugado indecisa a no saber si quererse quedar. Al final se queda y tal vez por contraste, alimenta la intimidad del interior
Así lo siento mientras pienso en los ataques en Bombay o los muertos en Nigeria y me digo que la marcha por la paz no comenzó lo suficientemente pronto para muchos
domingo, noviembre 30, 2008
viernes, noviembre 28, 2008
Amigos con talento
Me da mucho gusto cuando los amigos publican, sacan discos, salen en la radio, en la televisión. La semana pasada veía la entrevista que le hicieron a Mariano en Esmadrid.tv acerca de su último libro, "Relatos metropolitanos"; hace un par de días Juan Luis me contaba que Alfaguara le ha publicado una novela corta (o cuento largo) para niños grandes: "Lala en la ciudad de las pirámides". El domingo 30 de noviembre la presenta en la Feria del Libro Ricardo Palma, de Miraflores: "la entrada es libre y habrá música con flauta de Caral, panel de comentaristas, canciones, cuentos al paso y un avance verbal del libro"
(¿Vamos?)
Hoy le hicieron una entrevista en R.P.P. que se puede ver aquí.
Me da mucho gusto cuando los amigos se convierten en los héroes del momento y el mundo les presta un poco de atención.
(¿Vamos?)
Hoy le hicieron una entrevista en R.P.P. que se puede ver aquí.
Me da mucho gusto cuando los amigos se convierten en los héroes del momento y el mundo les presta un poco de atención.
jueves, noviembre 27, 2008
Ayer y hoy
El día de Acción de Gracias es otra de esas fiestas que los estadounidenses celebran a conciencia: el país se moviliza por completo y las familias se reúnen (tal vez hasta más que en Navidades).
Ayer ya la ciudad se sentía distinta: algunos salen, otros llegan. Lo sientes en lo cotidiano, la calle vacía a ciertas horas, el campus también mucho más vacío de lo normal. Todo un poco distinto
Me gusta cuando las rutinas se rompen y los días de la semana juegan al dominó y configuran nuevas formas. Es como encontrar ángulos exactos que por serlo se dejan manipular para no presentarse tan rectos
Al final, es nuestra mirada la que crea y nuestro interior el que construye, el que siente monotonías o conjuga entretenidas figuras de dominó. Y así, hoy, porque sí, no habrá pavo en el menú.
Ayer ya la ciudad se sentía distinta: algunos salen, otros llegan. Lo sientes en lo cotidiano, la calle vacía a ciertas horas, el campus también mucho más vacío de lo normal. Todo un poco distinto
Me gusta cuando las rutinas se rompen y los días de la semana juegan al dominó y configuran nuevas formas. Es como encontrar ángulos exactos que por serlo se dejan manipular para no presentarse tan rectos
Al final, es nuestra mirada la que crea y nuestro interior el que construye, el que siente monotonías o conjuga entretenidas figuras de dominó. Y así, hoy, porque sí, no habrá pavo en el menú.
martes, noviembre 25, 2008
lunes, noviembre 24, 2008
Con el peso
Comenzó a nevar un poco antes del amanecer. La claridad que trae la nieve transforma la noche, la ilumina y a la vez la calla la calla.
Duermo olvidándome de ella y al despertar, siento que el sol enterrado entre nubes está reclamando abrirse paso
como yo misma reclamo despertarme y abrirme paso, despejar dudas, concentrarme en lo que tengo que hacer y dejar a un lado todo lo demás. Pero me cuesta. Mis despertares son lentos.
Luego, al adivinarle el ritmo al día, el día mismo se entrega, pedazo a pedazo.
Por la noche, sin embargo, al ver las fotos de la mañana me doy cuenta de que la mayoría son de ramas cargando su nieve
y me pregunto si es así como me siento, aguantando una carga
y esperando a que las nubes dejen paso, que el sol despierte del todo
que las cosquillas de la luz y una ola cálida y abandonada me regalen una entrada para visitar el reino de la levedad
Duermo olvidándome de ella y al despertar, siento que el sol enterrado entre nubes está reclamando abrirse paso
como yo misma reclamo despertarme y abrirme paso, despejar dudas, concentrarme en lo que tengo que hacer y dejar a un lado todo lo demás. Pero me cuesta. Mis despertares son lentos.
Luego, al adivinarle el ritmo al día, el día mismo se entrega, pedazo a pedazo.
Por la noche, sin embargo, al ver las fotos de la mañana me doy cuenta de que la mayoría son de ramas cargando su nieve
y me pregunto si es así como me siento, aguantando una carga
y esperando a que las nubes dejen paso, que el sol despierte del todo
que las cosquillas de la luz y una ola cálida y abandonada me regalen una entrada para visitar el reino de la levedad
domingo, noviembre 23, 2008
Hay quien sí
Un compañero me decía el otro día que él se mueve en bicicleta durante todo el año, nieve, granice o haga calor. Me da tanta pereza el frío que me cuesta hasta la idea de salir en bicicleta cuando el termómetro marca muy poquitos grados. Es el momento de aparcarla
y volver a encontrar cierta rutina en esa clase de spinning en el gimnasio. Sería estupendo si alguien grabara recorridos para luego proyectarlos en la clase y así poder hacer rutas virtuales.
¿Te imaginas? La cuesta de los olivos, la ruta junto al río, la vereda desde donde se ve el mar, la carretera entre árboles que juntan sus ramas para saludar al que pasa. ¿Acaso no basta con imaginar?
y volver a encontrar cierta rutina en esa clase de spinning en el gimnasio. Sería estupendo si alguien grabara recorridos para luego proyectarlos en la clase y así poder hacer rutas virtuales.
¿Te imaginas? La cuesta de los olivos, la ruta junto al río, la vereda desde donde se ve el mar, la carretera entre árboles que juntan sus ramas para saludar al que pasa. ¿Acaso no basta con imaginar?
jueves, noviembre 20, 2008
Junto a los cardos, sus espigas
No iba a subir nada hoy pero después de ver los comentarios de ayer para esos pobres cardos, creo que se han merecido estar acompañados de sus espigas
Esas espigas que se dejaron admirar y se acicalaron mientras las iba mirando más y más de cerca
miércoles, noviembre 19, 2008
martes, noviembre 18, 2008
Al filo, entre varios y una X
Al filo del frío, en su vera, cuando hiere por inesperado o porque el cuerpo no está acostumbrando
Se nos olvida; necesitamos que así sea para poder entretener una vez más el reinicio del ciclo de las estaciones y su espiral, el invierno del norte, el verano del sur.
Igual que se siente más en los primeros días de cambio, también es entonces cuando se aprecian más los pequeños tesoros que cada estación trae: el gusto al recogerse en un interior calentito, un café humeante, comidas de invierno. Claro que es mejor no pensar en esas otras cosas que no nos gustan nada. Porque aún no es el frío gigante contra el que pierdes las fuerzas y al que es imposible ganarle la batalla.
¿Dónde estamos ahora? Sí, ya te cuento
Ninguna editorial quiere comprar las memorias que Bush quiere escribir sobre su nefasta presidencia dando explicaciones de lo difícil que ha sido tomar alguna de las decisiones que se vio forzado a tomar. ¿A quién se lo quiere contar?
La crisis está en plenitud de facultades. Se está hablando mucho de los parecidos entre ésta y la de 1929.
Han comenzado los preparativos para Thanksgiving, que ya llega la próxima semana.
A pesar de que la gasolina ha bajado muchísimo y el galón está a $1.97, los precios de la comida no bajan. Siempre pasa igual. ¿Quién pierde?
Voy siguiendo una X.
¿Que si hago fotos cuando conduzco? Sólo a veces
Pero las difruto mucho más cuando llego a destino y tengo los dos pies en la tierra
lunes, noviembre 17, 2008
¿Sí?
Sucedió en apenas una hora
Aparecieron naufragando en el mar blanco
Luego se supo que sólo había sido un susto, pero ya las manos se habían alzado pidiendo ayuda
sábado, noviembre 15, 2008
viernes, noviembre 14, 2008
Leyendo, en el proceso
No me gusta tener que hacer a la vez trabajos sobre temas muy distintos pero a veces no hay más remedio. Queda muy poco para terminar el semestre y las tareas se acumulan.
Estoy leyendo sobre música andina para un trabajo sobre los instrumentos de viento andinos, particularmente los que se tocan en tropas o en grupos más o menos grandes en comunidades más tradicionales. Leyendo sobre la ritualidad en los instrumentos en sí y las ocasiones en las que se tocan: fiestas patronales, ceremonias ligadas a los ciclos agrícolas, a la estación seca o a la de lluvia, ceremonias de renovación, etc. Leyendo sobre el poder de los instrumentos como herramienta de expresión de una determinada manera de concebir, interpretar y sentir la música; leyendo al fin, sobre la complejidad de las culturas, sus cambiantes contextos sociales y las mil formas de manifestarse. La creatividad del ser humano en el centro de todo eso.
Estas fotos no son precisamente ilustrativas del tema sino
efectivamente, un paseo que me ayuda a desconectar y a la vez, a conectar los pasos con la tierra y el discurrir de los días y sus procesos,
la otra etapa
Un descanso entre lectura y lectura, y paso de página: un salto en el átlas, otro mapa. Llego a México otra vez, a los sones mestizos, a la hibridación que tuvo lugar en la formación del género allá desde principios de la colonia, las transformaciones, los aportes de las diferentes culturas (africanos, indígenas y españoles) y las nuevas interpretaciones destacando una u otra herencia cultural dependiendo de discursos nacionales, locales, étnicos, culturales, etc.
Es curioso, llevo hablando de hibridación en determinados géneros musicales desdes hace mucho tiempo pero es ahora que estoy haciendo una clase sobre "Música e hibridación" cuando soy mucho más consciente del tema. Creo que siempre pasa. Debe ser que es parte del proceso.
Estoy leyendo sobre música andina para un trabajo sobre los instrumentos de viento andinos, particularmente los que se tocan en tropas o en grupos más o menos grandes en comunidades más tradicionales. Leyendo sobre la ritualidad en los instrumentos en sí y las ocasiones en las que se tocan: fiestas patronales, ceremonias ligadas a los ciclos agrícolas, a la estación seca o a la de lluvia, ceremonias de renovación, etc. Leyendo sobre el poder de los instrumentos como herramienta de expresión de una determinada manera de concebir, interpretar y sentir la música; leyendo al fin, sobre la complejidad de las culturas, sus cambiantes contextos sociales y las mil formas de manifestarse. La creatividad del ser humano en el centro de todo eso.
Estas fotos no son precisamente ilustrativas del tema sino
efectivamente, un paseo que me ayuda a desconectar y a la vez, a conectar los pasos con la tierra y el discurrir de los días y sus procesos,
la otra etapa
Un descanso entre lectura y lectura, y paso de página: un salto en el átlas, otro mapa. Llego a México otra vez, a los sones mestizos, a la hibridación que tuvo lugar en la formación del género allá desde principios de la colonia, las transformaciones, los aportes de las diferentes culturas (africanos, indígenas y españoles) y las nuevas interpretaciones destacando una u otra herencia cultural dependiendo de discursos nacionales, locales, étnicos, culturales, etc.
Es curioso, llevo hablando de hibridación en determinados géneros musicales desdes hace mucho tiempo pero es ahora que estoy haciendo una clase sobre "Música e hibridación" cuando soy mucho más consciente del tema. Creo que siempre pasa. Debe ser que es parte del proceso.
jueves, noviembre 13, 2008
Cuando asoma
Asomaron junto a la parada del autobús, la de la avenida donde hay mucho tráfico y donde silencio no tiene cabida
Me sorprendió el color, la forma
y sentí que era el matiz para el día, la pincelada para prestarle a los nublados un poco de maquillaje y lunar con sonrisa
Sí, ya sé, son sólo las semillas de esa planta. Pensé en los jardines japoneses, los detalles, el cuidado con que alguien dispone cada planta, cada flor y casi hasta cada burbuja de aire.
Tal vez una mano sabia plantara esta matita para que al perder las hojas desplegara así las semillas. Aunque más bien creo que es la misma naturaleza de la planta la que la revitaliza. Fuerza en su desnudez y belleza que por un instante me trae a la mente a mujeres hermosas que conozco. Mujeres en su madurez. Hermosura que vive su propio momento. Belleza que sobre todo, es interior
Me sorprendió el color, la forma
y sentí que era el matiz para el día, la pincelada para prestarle a los nublados un poco de maquillaje y lunar con sonrisa
Sí, ya sé, son sólo las semillas de esa planta. Pensé en los jardines japoneses, los detalles, el cuidado con que alguien dispone cada planta, cada flor y casi hasta cada burbuja de aire.
Tal vez una mano sabia plantara esta matita para que al perder las hojas desplegara así las semillas. Aunque más bien creo que es la misma naturaleza de la planta la que la revitaliza. Fuerza en su desnudez y belleza que por un instante me trae a la mente a mujeres hermosas que conozco. Mujeres en su madurez. Hermosura que vive su propio momento. Belleza que sobre todo, es interior
martes, noviembre 11, 2008
How to CAT-Scan (And Hot-Rod) a Stradivarius
En su taller de Brookly, el lutier Sam Zygmuntowicz, quien ha diseñado instrumentos para Joshua Bell y Yo-Yo Ma, analiza de forma científica algunos de los grandes violines del pasado para construir copias que se aproximen o superen a Stradivarius o Guarneri del Gesu.
No sé cómo será el resultado pero creo que merece la pena leer éste artículo y ver algo del trabajo de este lutier.
lunes, noviembre 10, 2008
Calabaza en tacha
Olor a canela y piloncillo, calabazas y guayabas cociendo a fuego lento. Olor de otoño, de frío afuera y calor adentro.
Justo en tiempo de la cosecha, la calabaza en tacha es postre mexicano típico del día de muertos.
Hay varias recetas en el web, tanto en inglés como en castellano. Por supuesto, cada una tiene su pequeña variante. La receta que estamos utilizando es la de la abuela de P., aunque no le ponemos caña de azúcar natural: el piloncillo, el almíbar de las guayabas y la reducción de toda la mezcla es suficientemente dulce.
No da trabajo pero sí lleva unas cuantas horas de coción.
calabaza -- kilo y medio
piloncillo (azúcar oscura sin refinar) -- medio kilo
clavos enteros -- cinco
guayabas frescas o en almíbar -- dos botes de 1 kilo
canela en rama -- uno o dos palitos (tamaño dedo índice, ¿de quién?, a ojo)
Partir la calabaza en trozos más o menos grandes para que no se desaga, dejarle la cáscara, las pipas y su "cabello"
Quitarle la pulpa y las pepitas a las guayabas. Licuarlas con unas cinco guayabas y el almíbar de uno de los botes.
Cubrir la calabaza con agua y ponerla a cocer a fuego lento con el piloncillo, la canela, el clavo y la pulpa licuada y pasada por un colador
Cocer unas cinco horas
Incorporar las guayabas y dejar cocer unas dos horas más hasta que los cascos de las guayabas cambien de color
Para entonces, todo se debe haber reducido a un tercio de la cantidad original
Servir poquita cantidad.
Salir a caminar o realizar otro tipo de ejercicio físico para que el azúcar no se quede donde no debe.
Justo en tiempo de la cosecha, la calabaza en tacha es postre mexicano típico del día de muertos.
Hay varias recetas en el web, tanto en inglés como en castellano. Por supuesto, cada una tiene su pequeña variante. La receta que estamos utilizando es la de la abuela de P., aunque no le ponemos caña de azúcar natural: el piloncillo, el almíbar de las guayabas y la reducción de toda la mezcla es suficientemente dulce.
No da trabajo pero sí lleva unas cuantas horas de coción.
calabaza -- kilo y medio
piloncillo (azúcar oscura sin refinar) -- medio kilo
clavos enteros -- cinco
guayabas frescas o en almíbar -- dos botes de 1 kilo
canela en rama -- uno o dos palitos (tamaño dedo índice, ¿de quién?, a ojo)
Partir la calabaza en trozos más o menos grandes para que no se desaga, dejarle la cáscara, las pipas y su "cabello"
Quitarle la pulpa y las pepitas a las guayabas. Licuarlas con unas cinco guayabas y el almíbar de uno de los botes.
Cubrir la calabaza con agua y ponerla a cocer a fuego lento con el piloncillo, la canela, el clavo y la pulpa licuada y pasada por un colador
Cocer unas cinco horas
Incorporar las guayabas y dejar cocer unas dos horas más hasta que los cascos de las guayabas cambien de color
Para entonces, todo se debe haber reducido a un tercio de la cantidad original
Servir poquita cantidad.
Salir a caminar o realizar otro tipo de ejercicio físico para que el azúcar no se quede donde no debe.
domingo, noviembre 09, 2008
Acentos a orillas
Se hace de noche demasiado pronto. A las 4:30 ya empieza a oscurecer y el frío no endulza el paseo. Junto al lago, la sensación de frío es todavía peor
El viento que levanta ese oleaje inquieto no para
Tal vez con el tiempo alguien invente un microchip con el que podamos programar el lenguaje de nuestro cerebro. Sería fantástico. (Voy a pensarlo mucho y con muchas fuerzas para ver si eso pasa muy pronto). Hablar con cualquier amigo en su propia lengua, viajar a cualquier país y entenderlo todo, leer cualquier libro en la lengua original. (Me acabo de dar cuenta de que traductores e intérpretes se quedarían sin trabajo. Alguna solución encontraremos).
Mejor seguimos con el paseo porque la luz no da para mucho. Tampoco el Capitolio que tan vacío parece estar casi siempre que paso por ahí los fines de semana
Será mejor empezar a acostumbrarse a la desnudez de las ramas y a la falta de color
El viaje hacia el invierno ha comenzado. El pasado fue tan largo y pesado que aún estamos tratando de olvidar la herida. Pienso en eso mientras caminamos de nuevo hasta el lago. Algunos valientes todavía están veleando. Tal vez sepan que para vivir en Wisconsin hay que saber navegar también en aguas frías
Entremos adentro. La única silla que queda en la terraza es (como dice Dintel) la del gigante Goliat
y el calor de adentro es siempre reconfortante en tardes así, a orillas del invierno y con varios acentos por medio para darle al día el color con el que no despertó .
Merhaba, Arda. Chok güsel you came!
El viento que levanta ese oleaje inquieto no para
Arda ha venido de visita. Me gustaría hablar turco para poder comunicarme con él en su propia lengua, aunque su inglés, a pesar de que él diga lo contrario, es muy bueno. Entiendo la sensación, el sentir la falta de vocabulario, la lenta pastosidad con la que se desenvuelve la lengua cuando no la practicas. Pero estoy admirada con su acento, yo que respiro y vivo en un inglés que mantiene el fuerte acento del castellano salmantino.
Es bonito escucharle hablar turco con S. Suena rápido y ágil. Creo que todas las lenguas suenan así cuando no se conocen, un hilo continuado en el que las palabras no dan tregua, una tras la otra. Es nuestro cerebro el que al entenderlas las organiza en frases y adivina la inflexión exacta de cada palabra, la entonación final.Tal vez con el tiempo alguien invente un microchip con el que podamos programar el lenguaje de nuestro cerebro. Sería fantástico. (Voy a pensarlo mucho y con muchas fuerzas para ver si eso pasa muy pronto). Hablar con cualquier amigo en su propia lengua, viajar a cualquier país y entenderlo todo, leer cualquier libro en la lengua original. (Me acabo de dar cuenta de que traductores e intérpretes se quedarían sin trabajo. Alguna solución encontraremos).
Mejor seguimos con el paseo porque la luz no da para mucho. Tampoco el Capitolio que tan vacío parece estar casi siempre que paso por ahí los fines de semana
Será mejor empezar a acostumbrarse a la desnudez de las ramas y a la falta de color
El viaje hacia el invierno ha comenzado. El pasado fue tan largo y pesado que aún estamos tratando de olvidar la herida. Pienso en eso mientras caminamos de nuevo hasta el lago. Algunos valientes todavía están veleando. Tal vez sepan que para vivir en Wisconsin hay que saber navegar también en aguas frías
Entremos adentro. La única silla que queda en la terraza es (como dice Dintel) la del gigante Goliat
y el calor de adentro es siempre reconfortante en tardes así, a orillas del invierno y con varios acentos por medio para darle al día el color con el que no despertó .
Merhaba, Arda. Chok güsel you came!
viernes, noviembre 07, 2008
¿Brusco?
No sé cómo ha sido pero hemos pasado de 22 grados el martes a 15 ayer. Hoy es 1. Lluvia y agua-nieve. Y las pobres ramas, despistadas,
tratando de adaptarse rápidamente al cambio y sin poder decir ni una palabra
(Mejor les digo que se vayan a pasar el fin de semana a Santa Lucía, por ejemplo).
jueves, noviembre 06, 2008
Entre hojas y lluvia
No son los días de lluvia los que más representan a Madison en mi imaginación pero ahí están, tan ciertos como todos los demás.
Siempre disfruto las primeras lluvias, cuando llegan para no quedarse día tras día, cuando juegan a asomar y esconderse, y sabias se quedan lo justo, el tiempo necesario para que su conversación no llegue a ser aburrida.
Hoy llegan como anunciando una nueva etapa, los días más cortos, el otro otoño de ramas desnudas y luces menos claras. La casa se siente más íntima y cuando todo se va oscureciendo afuera, el rincón favorito te mece y te recoge. Es el nicho de los secretos y de los susurros.
Afuera huele a hojas caídas y húmedas
Pasó la frescura de la hoja. Ahora llega el otro derrotero, la otra conversación, otra forma de vestir el recuerdo y contruir los días
En el rincón se acomoda el primer movimiento de las 2ª sinfonía de Sibelius. Fuerza en una evocación que te lleva de un lado a otro. Suena la lluvia más allá y las hojas saben que ya su otra conversación ha comenzado
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