La lluvia nos acompaña desde por la mañana, pero parece que eso es lo normal en esta parte del país. Por eso todo está tan verde
La ruta 101 ondea sinuosa entre montañas y bosques.
En uno de los claros nos paramos a ver el mar golpeando esta parte de costa que ya se siente muy distinta,
y arropados por árboles gigantes seguimos camino hasta Crescent City, un puerto pesquero que desde mediados del siglo XIX ha mantenido una importante actividad mercantil con el transporte de maderas a otros puertos de la costa
Los verdes, como iremos viendo a lo largo del camino, apasionantes
No nos paramos en Crescent. Solo pasamos por ella, absorvida por lo cotidiano, con esos aparcamientos para caravanas que tanto hemos visto desde que comenzó el viaje
Y sí, la constante de hoy, carretera entre árboles gigantes
En el area recreacional del río Smith nos paramos a escuchar el agua de montaña, el caudal fuerte buscando y haciendo su camino
campos de trigo, campos para la industria maderera, para el ganado
La tranquilidad es impresionante, la falta de ruido, de gritos y conversaciones rápidas. A medida que caminamos vamos recordando escenas de la película Animal House porque fue aquí donde se rodó. A medida que caminamos van surgiendo otros recuerdos, junto a este árbol generoso, la facultad de matemáticas, las de pato (mascota de la universidad de Oregon),
Recorrimos el Union
Dejamos las cosas en el hotel y salimos a cenar a Waterfront Depot, un restaurante junto al río donde agradecemos marisco y pescado fresco
Muy rico el arroz con marisco portuguese, el lugar, la ciudad detenida, la amabilidad de todo. Recomendado para otros turistas despistados que anden de acá para allá, de norte a sur, de sur a norte.
Llegamos a Eugene como a las dos de la tarde. Para entonces ha dejado de llover, aunque ese on/off será la historia de no acabar durante todo el día. Eugene fue donde P. estudió. Muchos recuerdos, muchas vivencias acumuladas a través de los años. Esta visita es especial porque quiere enseñarme lugares y cosas de ese pasado. Eugene es una ciudad en la que, como en Madison o como Salamanca, mucho de su vida gira en torno a la universidad. Con uno 150.000 habitantes, su campus es de alrededor de 20.000. (Madison tiene el doble de estudiantes, sin contar las universidades privadas.)
Uno de los primeros lugares a donde vamos es el edificio de apartamentos donde vivió
y en el que por esas coincidencias del destino, alguien está anunciando el partido de fútbol que pronto se va a jugar
Luego, después de esperar a que deje caer uno de esos chaparrones repentinos y furiosos, caminamos por el campus
La tranquilidad es impresionante, la falta de ruido, de gritos y conversaciones rápidas. A medida que caminamos vamos recordando escenas de la película Animal House porque fue aquí donde se rodó. A medida que caminamos van surgiendo otros recuerdos, junto a este árbol generoso, la facultad de matemáticas, las de pato (mascota de la universidad de Oregon),
la primavera en primeros brotes, entre caminos de hojas caídas y generosas magnolias,
secoyas infinitas y otras ramas vivas en medio del campus
con esa sensación dulce y amarga que se tiene cuando un edificio se rehace y se convierte en algo muy distinto a lo que conociste y viviste. Aunque el exterior del Union se mantiene, todo el interior es un nuevo espacio que se acabó de renovar hace muy poco. Comedor universitario, zona de estudio, agencia de viajes, centros de asociaciones... La función es la misma pero todo muy diferente a lo que fuera hace ya casi cuarenta años.
¿Te gustaría sentarte ahí?
¿Te gustaría sentarte ahí?
Muchos espacios diferentes y atractivos. Pero muchos uno a uno, saber que hay otros ahí, pero uno a uno
Hay silencio, mucha tranquilidad, mucha amabilidad
Afuera sigue la primavera, el verde, el orden, la lluvia que va y viene
y los lugares del pasado donde reunirse con los amigos
Sin duda, todo esto me recuerda muchísimo a Madison
Sin duda, teníamos que venir a Eugene.
No pasamos la noche ahí sino que seguimos camino hasta Florence, donde llegamos al oscurecer y cuando el sol crea otra realidad
Muy rico el arroz con marisco portuguese, el lugar, la ciudad detenida, la amabilidad de todo. Recomendado para otros turistas despistados que anden de acá para allá, de norte a sur, de sur a norte.
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