jueves, mayo 08, 2008

Carson City (2): busy day

Clases y conciertos han llenado casi todo el día. El campus es pequeño y tal vez por eso o por su diseño, sientes que no estás encerrado, que la luz te llega, que estás a un paso de esas montañas que rodean la ciudad

El silencio que escucho contrasta con el bullicio del campus de Madison pero no se pueden comparar los 6.000 estudiantes de aquí con los 35.000 de allá. Muchos de los estudiantes con los que hablamos disfrutan estando aquí y han elegido esta universidad por razones concretas. Las historias y recorridos personales son variados y algunos muy inesperados. El trato personal y cercano nos hace sentirnos agusto a nosotros también.

Terminamos tarde nuestra última clase. Nos hemos quedado hablando con algunos de los estudiantes de ese curso de apreciación musical. Siempre es bueno querer ver las cosas desde el otro lado, escuchar desde la perspectiva de otro y acercarse a su realidad desde su propio comentario.
Al poco de esconderse el sol, el frío asoma. Las siluetas de las farolas aparecen tímidas poco antes de que se enciendan

y nosotras nos perdemos junto a la luz que parece difuminarse demasiado deprisa mientras acompañamos la cena con un caprichoso sake

Nuestra conversación nos vuelve a recordar que ser músico y poder tocar con alguien cercano con quien te gusta estar es muy bonito, la verdad.

10 comentarios:

Irreverens dijo...

¿Sake?
¡Ups! La vez que lo probé creí que era agua y me bebí un vaso entero de golpe... ¡nunca máis! jajajjaa!!

Yo no soy músico pero cuando trabajaba para la Jove Orquestra de Catalunya y veía a los chicos y a sus profes pasándoselo pipa... hasta me daban envidida, la verdad.
:)

Que sigas disfrutándolo.
Besos

Anónimo dijo...

Es una de las cosas más bonitas del mundo, hacer música así.
Sigue disfrutandolo !

Un abrazo

Anónimo dijo...

Sí que dan ganas de aprender a tocar algún instrumento, sí. Que disfrutes.

Elena Casero dijo...

Mi insana envidia.

Veo esa especial relación entre músicos al observar a mis hijas.

y te entiendo.

Un abrazo

winfried dijo...

Que bonito es Nevada! Vas a ir a las Vegas?

Mira el Sake es peligroso, asi nacio la menor nuestra!!

:0)

isobel dijo...

pues nada ...si quieres superar retos, llévame de alumna, que bonita es la cerámica, besitos

dintel dijo...

Dos músicos amigos tocando juntos es como si sus instrumentos hicieran el amor. Feliz sake!!

El Secretario dijo...

Hola Raquel.

Vi algunos comentarios tuyos por aquí y por allá y ya esta tarde me dije: "De hoy no pasa que la visite...", ya que lo que comentas me parece acertado y vivo.

"Apreciación musical"; "querer ver las cosas desde el otro lado, escuchar desde la perspectiva de otro y acercarse a su realidad desde su propio comentario."

Estas ya sí han sido palabras que me terminan de decidir a comentar aquí...

Os envidio a los músicos (de mala manera, sí.)

Me gusta, me vuelve loco la música: mucha música; quiero decir: de muchos tipos...
He hecho programas de radio fundamentalmente musicales y con algo de comentarios literarios.

Pero soy incapaz de aprender a tocar ningún instrumento.
Tal vez me falte la constancia que me sobró en otros menesteres.

Y lo de ese campus que da sensación de no estar encerrado, también ha de ser maravilla.
Con esos paisajes silvestres alrededor...

Pues eso: que seguiré visitándote.


Un beso.

Raquel dijo...

Muchas gracias a todos por comentar. Hoy ya no tengo tiempo para contestar pero me da mucho gusto que estéis aquí conmigo.
Un abrazo

Raquel dijo...

Irreverens,
como otras carreras que dependen mucho de uno, la música lleva tiempo, trabajo y esfuerzo pero se disfruta mucho.
Un besote

Only,
tú también sabes de eso.
Un abrazo grande

Rafael,
hay otras profesiones que también permiten compartir y moverse, vivir de una determinada manera. La tuya no es así pero estoy segura de que haces otras cosas que te dejan vivir la otra parte de la realidad.
Un abrazo

Escriptorum54,
tú lo ves porque lo tienes de cerca. La música abre puertas y ayuda a compartir de una forma especial.
Un besote

Winfried,
lo poquito que he conocido de Nevada me gusta. No voy a ir a Vegas, prefiero moverme entre parques naturales y montañas.

Una hija que es hija del sake... está divertida esa historia. ¿Más detalles?

Isobel,
no me importan los retos. Me encantaría tenerte como alumna.

Dintel,
ahora cuando respondo a estos comentarios estoy en el aeropuerto iniciando un viaje de regreso que durará mil horas. Me acabo de despedir de Laura. Las dos sabemos que pronto nos volveremos a ver. Nos une una relación muy larga y eso ayuda a que nos entandamos como músicos también. Ahí es cuando te das cuenta de que la química funciona.

Secretario,
gracias por el comentario. Es increible pensar cómo la música está muy presente en nuestras vidas, músicas de todo tipo y en muchísimas situaciones.
Aprender a tocar un instrumento es un proyecto largo pero estupendo. Has dicho la palabra clave, constancia.
Un abrazo y hasta pronto