Febrero parece ser un buen mes para trabajar en proyectos que necesitan de tiempo y paciencia. Con Sotavento, estamos llegando a una de las últimas etapas en la grabación de un nuevo disco.
Hoy terminamos de mezclar "Mamá Crisó", una canción del compositor boliviano Yayo Jofré. Es un tema lento, una canción-charla que asombra por la sencillez y belleza de su melodía. Yayo Jofré la compuso para su mamá, Crisó. Sotavento ya la grabó en “Desvíos” de la mano de Omar Rivero, sicuri que nos la enseñó. Es uno de los temas que más he disfrutado (y aún disfruto) tocando zampoña. En concierto, es esa sensación infinita de comenzar el tema acariciando los tubos de caña mecidos por la base de la guitarra y el charango.
Hace cuatro años hice un arreglo de "Mamá Crisó" para cuarteto de cuerda: el cuarteto acompaña la melodía que primero toca el sicu y que luego recoge la quena acompañada por el sicu en armonía. Ahora, como parte de esta última grabación de Sotavento, decidimos incluirla con ese formato. (Otros tres temas con cuarteto de cuerda le harán compañía.)
En este tema, con este arreglo, se dan cita algunas de las dualidades que mantienen mi vida en equilibrio o desequilibrio, la música clásica, la folclórica, el violín, los sicus, lo intelectual, lo emocional, Sirinx, Sotavento. Originalmente, el cuarteto lo escribí para ser tocado por la orquesta de cuerda de la escuela de verano (E.V.E), el campamento musical que organiza la escuela Sirinx desde Salamanca y que ya tiene algo más de veinte años de vida. Con Sotavento, lo tocamos en vivo por primera vez hace dos años en el concierto anual que hacemos en Madison y que coincidió con el 23 aniversario del grupo. Ahora ya está grabado, mezclado, listo para ser escuchado, recreado. Tiempo y paciencia en el proceso. Con mucho gusto.
2 comentarios:
Dicen que el olfato es el más evocador de los recuerdos. Debe de ser cierto, otras gentes, más preparadas en esto de estudiar las mentes, lo afirman. En cualquier caso, como músico, reivindico el poder de una melodía para transportarte a lugares sugerentes, y para asociarla al momento, muy especial, en que la conociste.
Y te acuerdas de la gente amiga que estaba contigo, y del lugar especial, y de todo lo que se vivió allí en aquel momento.
Entre los habituales lios diarios, problemas casi todos, o sin ser catastrofistas, vamos a decir "las habituales piedras en el camino" que todos tenemos en nuestra vida, leo tu blog, y, aunque no estoy en casa para rescatar vuestro disco y "tener un rato de evocación" mientras veo tus palabras, me he vuelto loco y no he parado hasta encontrar en internet alguna versión del Mamá Crisó, y mientras escribo esto y oigo la melodía, aunque no sea tocada por vosotros, me acuerdo de amigos, de noches (de cervecitas), de momentos mágicos que parecen lejanos -los pasados por pasados, los futuros porque aún están por venir, y quedan unas cuantas piedras por medio-, y evoco sikus y guitarras susurrando al campo bejarano.
Un abrazo a Sotavento, y el deseo y el anhelo de que sigáis creando momentos mágicos, y construyendo melodías evocadoras.
Y un abrazo enorme a quien crea las posibilidades para que esos momentos surgan, quien sabe entenderlos y vivirlos, quien sueña a tu lado y te ayuda a crear, quien es tan buen músico que para él compondrías todo un cantar. ¿Sigo? (la lista es larga).
Y gracias también por estar ahí, aquí, muy cerca.
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