Me prometí no hablar más de la nieve, del frío, de los volcanes de hielo que nos llevan acompañando desde ya hace casi un mes. Pero no puedo evitarlo. Nada que podamos hacer. El viernes por la noche cayeron 15 cm de nieve. El sábado por la mañana, el pobre coche se veía así con su morro de felino y su blanco copete
Con muchísima suerte, nuestro vecino, el más generoso del mundo, nos quitó la nieve de la acera y de la entrada al garaje con su super máquina quita nieve. Toda una sorpresa. (Por lo menos una botella de vino y unos bombones.)
Anoche comenzó a nevar tanto que todos los conciertos que había en Madison se cancelaron (también los de esta mañana). Hubo un aviso de ventisca. Apenas si se veía algo por la nieve y el viento moviéndola caprichoso en cualquier dirección. Esta mañana, de nuevo nuestro vecino -ángel de la guarda ya- había quitado la nieve. (Además, una tarta de queso con moras o arándanos.) El coche vuelve a estar así
y la montaña blanca acumulada es esta
Y continúa nevando. ¡Qué locura! Dicen que para mañana se habrán acumulado 60 cm. Por ahora, los troncos de los árboles aguantan pacientes,
la madera de la mesa en la terraza también
pero las niñas y los abetos chiquitos se quejan
y las hortensias secas, agotadas del invierno, parece que definitivamente se resignaron al peso de la reina blanca, opresora ya
4 comentarios:
Increíble. Las fotos son bellísimas.
Sabés? yo no conozco la nieve!
Saludos desde Costa Rica.
Julia, ven a darte una vuelta a Madison. Si quieres conocer nieve, ahora es el momento. Ella es caprichosa, elegante y emocionante, muy bonita cuando cae, en sus primeras horas. Llena las noches de luminosidad y de un silencio especial. Con la luz del sol es blanquísima, una alfombra impecable en todos los lugares por donde nadie pasa, donde no hay coches ni muchos de nosotros caminando.
Aún recuerdo muy bien la fascinación que sentía por la nieve el primer año al llegar a Madison. Con el tiempo, casi se ha convertido en una molestia por todo el trabajo que da. Pero igual, su belleza sigue siendo irresistible.
Un abrazo para tí también.
Saludos :
Ayyyy que frio Raquel!!
Una vez estuve en Madison cuando nevó , pero aquella era una nieve
bondadosa. Como me alegra que hayas echado a andar este blog.
Y veo que te visita Julia , una amiga muy querida.
!Abrazos y Calorcito desde La Ceiba !
Esta nevada ha sido la peor de los últimos cinco años (que yo recuerde). Pero no hace frío. Ha hecho tanto que ahora los 0º son un lujo.
Sí, me acuerdo de Rómulo y de tí aquí en abril, con una nevada espectacular. Imaginarte ahí junto al mar y en el calor (imaginar también a Julia en el calor de San José), ¿qué decirte? Cierro los ojos y vuelo en un instante allí, y me quedo días y días hasta que la primavera llegue a Madison, hasta finales de abril, mediados de mayo. I wish.
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