miércoles, mayo 21, 2008

Mimo

Con cuánta facilidad nos acostumbramos a lo dulce, al festín de los colores de la primavera,

sus verdes y contrastes, sus dramas y entregas

En cualquier calle te encuentras con algo así.
Sin embargo, hoy me quedo con la sencilla unión de piedra y vegetal,

un regalo que siempre me roba más de un minuto de atenciones

y llena el significado de la palabra mimo,

visto de lejos

o de cerca

10 comentarios:

Irreverens dijo...

¡Adoro las florecillas silvestres!
:D

Tawaki dijo...

A lo bueno es fácil acostumbrarse.

Un abrazo.

winfried dijo...

Que bella la naturaleza!! Y pensar que hace un par de meses atras nos estabas mostrando pura nieve y hielo, que tambien tienen su belleza!

Kisses

elita dijo...

Raquel, hacía mucho mucho tiempo que no pasaba por aquí, nuevos ritmos, nuevas rutinas... ¡Y qué cambio más bonito! La primavera está llena de pequeños regalos y seguro que tras un invierno en Madison, debe de ser una bendición.

Raquel dijo...

Irreverens,
¡verdad! imposible superar la belleza de lo que surge libre y de esa manera.
Besotes

Tawaki,
muy facilmente, sin duda alguna
Un abrazo

Winfried,
agua pasada my friend. Tú que vives entre verdes sabes que cuando llega, llega y Madison está ahora preciosísimo.
Besos

Elita,
apenas si estás actualizando tu blog así que me imagino que tienes mucho trabajo. Un gusto escucharte de nuevo. Y sí, bendición completa. Desde que asoma el buen tiempo se me quita la arruga del mal humor.
Un besote

dintel dijo...

Soy la piedra. ¿Quién será mi flor?

leo dijo...

Esas fotos, los colores, la liviandad de las flores... tienen algo que levanta el ánimo.
¿La belleza, la vida, la pureza de lo natural?

Raquel dijo...

Dintel,
¿Quién será?

Leo,
tal vez todo eso. O la sencillez. Quién sabe.
Un abrazo

isobel dijo...

te puedo pedir prestada la última foto para pintarla, es tan bonita, gracias, no me cansare de repetirlo cada vez que pase por aquí, mil besos

Raquel dijo...

Claro que sí, un honor
Un beso para ti también