Debemos ser 30 en el salón. Hace un calor espantoso pero ahí estamos. Todos estamos por lo mismo, las ganas de aprender los pasos básicos para poder disfrutar de esa maravillosa conjunción de baile y música. Todos andamos con zapatos de tacón pero Jose Carlos baila un rato con huaraches con tablas,
algo que parece que es común en la zona de Apatzingán (Michoacán), uno de los lugares a los que me hubiera gustado ir pero al que ahora mismo es imposible ir por ese asunto que todo el mundo sabe y del que nadie dice en voz alta. No merece la pena correr riesgos.
Por la tarde se hace la presentación de un disco de pasadas ediciones de Son de Milo y después se sirve comida y tocan varios grupos que han participado varios años en el encuentro y de los que se incluye música en el disco del encuentro. Ahí están Cucalambé,
y mis buenos amigos, Los brujos de Huejutla, con quienes compartí bastante en noviembre y a quienes me da muchísimo gusto volver a ver
Es como si nos hubiéramos visto hace dos semanas.
Antes de que termine todo salgo hacia el Centro Nacional de las Artes. Llevo tiempo con ganas de escuchar al grupo Tembembe Ensamble Continuo, un grupo de cáara que toca música barroca hispana y novohispana, y que la combina con sones tradicionales de México, principalmente, pero también de la América Latina
Antes de que termine todo salgo hacia el Centro Nacional de las Artes. Llevo tiempo con ganas de escuchar al grupo Tembembe Ensamble Continuo, un grupo de cáara que toca música barroca hispana y novohispana, y que la combina con sones tradicionales de México, principalmente, pero también de la América Latina
En Tuxtepec, Patricio Hidalgo me comentó de este concierto. Él toca con ellos
Hubo muchas cosas que me gustaron del concierto pero creo que la sonoridad del grupo es lo que más me llama la atención, dulce y redonda, muy cuidada. Cada uno de los miembros contribuye a eso
Individualmente son muy buenos músicos con considerables trayectorias artísticas. En grupo, esos talentos individuales se presentan pero también se equilibran. Eso construye una constante invitación a seguir escuchando. Tanto musical como estéticamente, es un lujo verlos actuar
Me gustó la elección del repertorio, los arreglos que conectan las músicas de uno y otro lugar, de uno y otro círculo social. Música "culta" y música popular pierden sus fronteras y se convierten en músicas de un público que las vivía con el mismo gusto con el que ahora las vivimos nosotros. Es el arte del buen hacer.
Me gustó la elección del repertorio, los arreglos que conectan las músicas de uno y otro lugar, de uno y otro círculo social. Música "culta" y música popular pierden sus fronteras y se convierten en músicas de un público que las vivía con el mismo gusto con el que ahora las vivimos nosotros. Es el arte del buen hacer.
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