ya sé que estoy en la Ciudad de México. Ciudades dentro de las ciudades, lugares que pudieran estar en cualquier otro lugar. Por un momento pienso en Madrid con su calor de agosto en un sol de las 5:30 de la tarde. Hay sequedad y pica. Lugares de ida y vuelta pero sin dirección alguna. Camino deprisa pero no soy la única
Esa mirada rápida mira a los lados sin mirar
¿Cómo será esta tarde de viernes en Madrid, en un puente similar? Cuando se vive como yo estoy viviendo ahora, los puentes del tiempo, días y horas, pierden su sentido. Tal vez ganan otro. Ese puente me lleva hoy a caminar un rato por la colonia Roma. Como en toda ciudad, las aceras entrelazan mundos, formas de vida y tiempos. En esta parte de la ciudad el pasado asoma constantemente. Muchas casonas aparecen aquí y allá,
aunque muchas veces se pierden en cansados abandonos
El caminar de hoy tiene un destino. Hay una tienda en la calle Monterrey llamada Miguelito. Se especializan en ropa y calzado de baile. Voy buscando unos zapatos de baile regional. Ya han sido unas cuantas las insinuaciones para que me subiera a la tarima y unos zapatos para zapateado era lo que en parte, me estaba deteniendo. Ahora ya no puede haber disculpas
Con ellos de la mano y una sonrisa por llevarlos, camino por Álvaro Obregón. Recuerdo muy bien el mercadillo que ahí se despliega los domingos y las fuentes a lo largo de la calle
Me acerco buscando el frescor del agua
y me pierdo por un momento en esos gestos infinitos y detalles que probablemente digan algo muy distinto a todo el que los mira
Antes de volver a casa camino un rato más.
Atravesar una calles es llegar a otra burbuja dentro de la ciudad
El Ángel de la Independencia me anuncia el Paseo de la Reforma
4 comentarios:
Belleza en fotografía nos dejas, unos jardines con sus fuentes llenas de encanto
Un abrazo, Raquel.
La verdad es que hay puentes que merece la pena recorrer... yo, con mi vértigo, mejor que me sujete bien fuerte!!
Besicos
Es entrañable tu concepción de cómo uno… y todos los puentes¡¡¡¡ nos puede llevar. “Como en toda ciudad, las aceras entrelazan mundos, formas de vida y tiempos” Eres única!
Ya buscaremos tablao para tan salerosos sones, y asín saber lo bien que se acopla esos coquetones zapatos a fandangos y zapateado.
Hasta pronto.
Un abrazo.J.M y Marga.
Ave,
qué frescor dan las fuentes en medio de esas avenidas entre árboles, ¿verdad?
Belén,
el vértigo también forma parte de algunos puentes
J.M y Marga,
qué bonito que estéis aquí conmigo. Ya tengo muchas ganas de que nos encontremos en la otra orilla para poder disfrutar del momento y de lo único del lugar.
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