Hubiera dado tiempo de volver a la normal de maestros para escuchar alguna conferencia más y luego regresar al centro para ir a un concierto en el Foro Alicia, un concierto para recaudar fondos para los damnificados del terremoto y tsunami de Japón. El concierto estaba anunciado para las 16:03 horas. La cola fue haciéndose más y más larga desde esa hora hasta que nos dejaron entrar a las 5:30. Luego fueron otras tres horas más de pie para escuchar el concierto. Me dieron ganas de irme pero quería escuchar a Son de Madera. Aparte de que el grupo sea muy bueno, la amistad con Ramón Gutierrez, el requintista del grupo, ha ido forjándose desde que nos conociéramos hace ya un poco más de dos años. También a él le quería volver. Tanta fue la espera que conocidos de conocidos se convirtieron en nuevos amigos.
Fueron Los chilaquiles verdes quienes abrieron el concierto
Rompen con el son jarocho tradicional y lo fusionan con diferentes géneros musicales, desde el rap a la cumbia, pasando por otros ritmos caribeños y latinoamericanos
A pesar del calor, de la incomodidad y de un pésimo sonido en el que la guitarra de son, por ejemplo, nunca se llegó a escuchar con claridad o los acoples fueron constantes, ahí nos quedamos todos.
Me impresionó la pasión y devoción que sentías latir en mucha de la gente joven cuando Son de Madera comenzó a tocar
La gente se puso de pie y rompió en un aplauso inmediato cuando un danzón abrió y poco después conectó con un son muy popular, Coco. Pasión por la música del grupo, los talentos individuales de Ramón (requinto, mandolina y voz), Tereso (jarana y voz), Aleph (bajo y voz),
Rubí en el baile y Natalia en el violín
Son de madera es otro de los grupos carismáticos que son referencia constante y obligada en el son jarocho actual. Si están de gira allá donde vivas, vete a verlos.
Al final del concierto, Rubí invitó a bailar con ella a Erandhi,
una preciosa niña de seis años
con la que no te aburres ni un momento. Su manera de ser, su risa y su inteligencia te despiertan y te mueven. Con ella y con sus papás esperamos para entrar. Con ellos y con Rocío, con quien ya había cruzado caminos y con quien hasta ahora no se dió el momento de conocernos
Al final esperamos a que el grupo se reúna
para ir a comer un buen pozole y unos antojitos a La casa de Toño, un lugar que a las 10:30 de la noche del domingo está llenísimo y que un poco más tarde todavía tiene gente esperando para entrar
3 comentarios:
Que lindas fotografías gracias por el testimonio, por las fotos y por las descrpciones, que siga el Son y de acuerdo en que no sea en el Alicia pésimo trato a la gente y a los músicos
Que bueno que capturas todas estas ideas de una experiencia intensa. Gracias por tu amistad y sí, sigamos coincidiendo, que el mundo del son es hermoso... a pesar del Alicia. Un abrazo.
Rocío.
Ah, bellas fotos, gracias!
thank you
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