sábado, diciembre 09, 2006

Sí, el mariachi

Fuimos al mariachi de Nati Cano (la primera persona de la foto comenzando por la derecha, vihuelista). La música del concierto está pensada e integrada en una presentación con tintes de espectáculo, bien montado. Sube el telón y la imagen de los cuatro violinistas, las dos trompetas, el arpa, el guitarrón y la vihuela en sus trajes de charro y sus sombreros anchos arranca un suspiro de la audiencia y un "ah" de admiración. El siguiente "ah" se le debe a la pareja de bailarines que añade un indiscutible toque de color las cinco o seis veces que baila (cada vez con diferentes trajes típicos de varias partes de México). Los arreglos musicales están trabajados. Este mariachi toca algo más que rancheras, boleros y sones de jalisco o sones de mariachi como algunos los llaman. Se pasean por las regiones mexicanas y tocan, entre otras cosas, alguna pirecua, alguna canción michoacana, algo huasteco, y jarocho, pero adaptado y suavizado, versión comercial, más pop, a veces casi rozando con lo que yo llamo música de ascensor o de sala de espera. Pero el espectáculo está ahí, y hasta te llega. Aunque comprendas que son los grandes hits de la música mexicana, Javier Solís, Agustín Lara, Pedro Infante, aunque no sea un desgarrado son huasteco en su más pura forma folclórica, aunque no uno jarocho con toda su galantería. Pero sí armonías de voces masculinas que conmueven y una verdad en todo el concierto, una música fuerte y que muchos aman. (El mariachi -grupo y su música- es muy popular en muchas partes de Estados Unidos. Creo que para muchos encarna ese romanticismo y esa añoranza de quien se fue y no volvió, del México que se dejó atrás, y también, un romanticismo manido de imágenes cliché que para muchos es centro de sus propias vidas e idiosincracias.) La audiencia, variopinta. El cantar desde la butaca los temas conocidos, también. No tocaron La bamba, pero sí El gustito y La malagueña, México lindo y cómo no, El rey.

2 comentarios:

bepasonico dijo...

Hola a veces uno tiene la suerte de encontrar blog interesantes como el tuyo.
El mariachi símbolo mexicano, pero al que solo recordamos en situaciones especiales por no decir raras, es de cierta forma el complemento para momentos especiales para los que vivimos en México, al recordarlos se me viene a la mente una boda amenizando algunas canciones románticas, o bien alguna graduación donde no pueden faltar interpretando “las golondrinas”, o alguna serenata donde algún novio o esposo que a modo de reconciliación no escatima en gastos para lograr la proeza.
Siempre es bueno saber q se le aprecia fuera de mexico.

Raquel dijo...

bepasonico, ¡gracias!