¡Helado!

Se siente como verano. Se supone que aún estamos en primavera pero el calor y el final de curso ya anunciaron su propia estación estival. Para celebrarlo, esta niña

organizó una fiesta para tomar helado e invitó a todo el vecindario, a su equipo de fútbol, a su clase, a sus compañeros de música, a su perro, a los amigos de su hermano y a las cajeras del supermercado a quienes no conoce tanto.
Es imposible no darse cuenta de que la fiesta va de eso, de comer helado, y que uno de los sabores es, sin lugar a dudas... el de...

Imagínate la satisfacción de poderte servir lo que quieras, del sabor que quieras,

añadirle sirope de fresa, de chocolate, cerezas, moras en almíbar, pepitas de chocolate o de múltiples sabores (o cualquier otra cosa que complemente la cantidad de azúcar y acicale sabores) y sentarte a la sombra sin que nadie te interrumpa para decirte que le dejes probar el que se ve tan azul,

saborear con gran concentración hasta la última gota