sábado, junio 02, 2007

Race for Cure con Los pibiles

Son las 6 de la mañan, demasiado temprano para levantarse (¿se estarán despertando los otros pibiles?). Acabo de ver un resplandor violento a través de la ventana (¿será que rayos y truenos no quieren perderse el acontecimiento?). ¡Y ahora esta lluvia que cae tan de repente y con tanta fuerza!

Suena el teléfono
- It's raining! We are not going. What do you think?
- I think I am going. P. says this is just a cloud and it will pass very soon, that we are going to the starting point way too early, that's all. Let me talk to mamá pibil to see what she is doing, she seems to always have all the answers, doesn't she?
- Ok, do that and call me, then I will make my final decission

Llamo a mamá pibil y la escucho despierta, convencida, segura (¿cómo es posible a esas horas de la madrugada?) y acabando de decidir cómo llegar al punto de encuentro. Dos pibilies ya han aparecido por su casa. Eso significa que vamos.

El teléfono suena de nuevo
- What did mamá pibil say?
- She's going. Let's be brave and let's go
- Let me wake up M. Yes, we'll go. I'll wait for you at 7:30

El teléfono vuelve a sonar
- We are walking, righ? Sorry... good morning. We're walking, right?
- Yes, yes, yes, I'm just calling to confirm that everything is ok on our side.
- See you in 5 minutes

El café se está haciendo, llaman a la puerta. Demasiado en punto, demasiado a las 7:15 am, hora acordada. Estoy despierta, ¿tenemos todo? agua, cámara, ni sombrero ni gorra, ¿gafas de sol?, ¿lloverá?, no.

Parte de lo mejor ha sido este despertar, estas conversaciones telefónicas que tan vagabundas suenan cuando amaneces. La otra parte viene luego. Deja de llover nada más bajarnos del coche. No sabemos muy bien cómo encontrar al resto del grupo pero caminamos hacia los toldos donde parece que todo el mundo está reunido

Y allí encontramos al resto de Los pibiles, L. y Z. con las camisetas del grupo y la sonrisa que te dice que es un buen día, un buen despertar, un buen celebrar la sobrevivencia o incluso el vivir con cáncer. Se nos olvida la lluvia.
Todos parecen estar como nosotros, esperando a que alguien se mueva, que sean las 8:45 am, hora oficial del comienzo y hora a la que comenzamos a caminar

La carrera de los 5 kilómetros ya comenzó hace quince minutos y mientras nosotros salimos, ellos entran

No todos Los pibiles han llegado pero los que somos parece ser el número perfecto para caminar, perdernos y encontrarnos, moverse de uno a otro, charlar, juguetear (en realidad, ¿no es por eso para lo que hemos venido?). Éstos, no por ser más jóvenes, caminan más deprisa

Una vez que salimos del recinto del coliseo empezamos a movernos un poco más rápido. Ya entre las calles de la ciudad, cerradas al tráfico, la gente sale a las puertas para participar contigo y apoyar la causa. Algunos se sientan en sus sillas a verte pasar (¡cómo me recordó eso a las tardes de verano en el pueblo, la distracción de ver pasar a los pocos que pasan!), otros sacan tambores o instrumentos de percusión varios para improvisar una marcha que ayude a caminar, otros están ahí con sus carteles

Pasamos por mi calle favorita junto al lago

y a partir de ahí la caminata se hace breve, demasiado corta. En esta foto no se ve a toda la gente hasta el final de la calle pero somos muchos

A final del camino sientes que se ha hecho realmente corto. Estos son tres pibilies con nuestra mamá pibil en el centro pueden seguir caminando por horas

Aquí estamos todos

antes de llegar a la meta y de hacer el camino para regresar a casa. Y claro, estos son los valientes y arriesgados músicos que se levantaron temprano para caminar juntos, tramar otros paseos, otro compartir, otro cuento

3 comentarios:

kocordero dijo...

Way to go Raquel y Los Pibiles! Que Valientes!

Raquel dijo...

We missed you there. Next year. Truly, it felt great to do the walk and to spend time with the team.
Thank you dear

Anónimo dijo...

That was great Raquel! i don't think that I understood all of the text, but I think I got the gist of it all! I am personally proud of Los Pibiles, I think that we did something that only about 2,000 other people did, anyway...it was fun, I got to carry Dominic for about 25 feet, you took amazing pictures, like you always do...and me and Dominic got to fall over (which was sort-of surprising at first, but whatever)...well, thank you for the great time!

~Maya