Después de varios años sin pisar un aula no puedo dejar de sentirme extraña en este primer día de clases. Además, creo que casi le doblo la edad a la mayoría de la clase. Un amigo dice que volver a la universidad cuando eres "adulto" es como hacer un alto en el camino de la vida real y regalarte una etapa diferente. No sé si es cierto o no. Lo que sí es cierto es que estoy mirando esta etapa como si fuera una aventura: desciendes a otra tierra, te quitas tus vestimentas, tus experiencias, tu conocer la situación desde el otro lado de la tarima, juegas un papel diferente.
En realidad, no te desnudas del todo. Las experiencias te ayudan a aprender de otra manera y la edad te regala una mirada distinta.
Este primer día recorro un camino que voy a caminar muy a menudo. No tenía mi cámara pero no pude resistir hacer estas fotos con lo único que tenía a mano. La calidad no es buena pero la imagen está ahí. Antes de subir la colina, este edificio en el que he escuchado más de un concierto
Subiendo la colina, dejo a un lado la facultad de educación,
al otro, Bascom Hall, el lugar de las burocracias y lo administrativo, la oficina del decano y unas cuantas cosas más
El día, maravilloso. Si hay suerte mañana, trataré de hacer las fotos con una cámara de verdad.
7 comentarios:
Hola Raquel: Estoy encantado de volver a encontrar tu espacio en internet, pues supone para mí una lección de cómo apreciar la sinfonía de la vida con sensibilidad. Tus fotos siguen siendo maravillosas (la de la hoja que deja translucir la planta que hay detrás me ha dejado boquiabierto). Estoy seguro de que vas a gozar intensamente ese regalo de volver a pisar las aulas desde el otro lado, por lo que te felicito de todo corazón. Hasta otra.
Qué bien, Raquel. Volver a la Universidad. ¿Qué vas a estudiar? Yo me lo planteé este año y al final no me decidí a tiempo. Ya nos irás contando tu experiencia, ¿no?
Suerte en tu nueva etapa. Un abrazo.
Estudiar en un sitio tan bello ya de por sí traerá enseñanzas. Suerte con esta nueva etapa.
Besitos/azos.
¡¡Vaya por dios!!... y yo pensando que ibas a dar clases a la universidad... y resulta que vas a recibirlas. No es nada malo, sino más bien todo lo contrario. Lo digo por las ideas preconcebidas y lo que sucede luego en la realidad.
Te cuento. Yo estudié historia del arte cuando me tocaba estudiar (con 18 años, vamos)... y hace unos poquitos (con 32) decidí hacer algo totalmente distinto (Relaciones Laborales) pero que tenía que ver con mi trabajo de entonces. ¡Cuán distintas las sensaciones y el aprovechamiento! pero sin embargo cualquiera de las dos experiencias resultó absolutamente enriquecedora. Si te gusta lo que vas a estudiar (cosa que se supone) te lo vas a pasar genial y le vas a sacar muchísimo rendimiento. Ya nos contarás.
A mi, ahora, con dos hijos tan pequeños, se me haría más difícil volver a estudiar otra carrera, pero creo que ya va siendo hora de darme un descanso.
¡¡Suerte en tu proyecto!!... no sabes la envidia que me das.
Bicos.
Se suele decir que de "mayor" ya no se es capaz de estudiar, que perdemos memoria, concentración, etc.
Ya verás como enseguida compruebas que no es cierto. Y que, en realidad, a los 20 años la universidad no vale para nada. Cuando de verdad sirve, cuando aprovechas el tiempo y aprendes, es mucho después.
Seguro que te va muy bien, mucha suerte en esta aventura.
Querida niña, lo importante se encuentra en cualquier instante que sepamos destapar para zambullirnos en él. Tienes magia. Eso te lleva a mundos mágicos. Gracias por acercarnos a ellos y a todo lo que siempre se puede hacer.
Te dejo un abrazo y todo mi cariño.
Gracias por tus visitas, son un hermoso regalo.
Muchas gracias a todos. Es como sentir un abrazo que me empuja y anima.
Rafael, estoy segura de que si tuvieras un blog sería un blog lleno de claridad y sensibilidad. No me cabe ninguna duda.
Leo, estoy haciendo un doctorado en etnomusicología, combinando mi formación clásica con otras músicas folclóricas y tradicionales que he estudiado. Es en eso en lo ando. Siempre con el violín o con investigaciones que lo incluyan. ¿Qué quieres estudiar tú?
Mariano, no sé si te parecerá tan bonito cuando nieve en invierno y los días sean muy cortos y el frío sea de esos que son imposibles de contar. Uf! mejor no pensarlo todavía.
Banderas, sigo dando clase de violín. Llegué a Madison porque vine a estudiar con un profesor que daba clase en la Universidad. Voy a tratar de combinar todo. Me imagino que el proximo año sí me tocará dar clase pero será uno de esos puestos de asistente de profesor. Los escalafones están en todas partes. Llegar a tener un buen puesto de profesor en una buena universidad de los USA, muy difícil.
Tus dos hijos son un mundo en sí. Tal vez luego, cuando crezcan un poco, tengas ganas de volver a estudiar. Yo ahora ni me planteo más allá de uno o dos años.El tiempo dirá.
Javier, creo que tienes mucha razón. Con un campus de 30.000 estudiantes, la universidad en Madison está llena de gente muy joven pero también de gente mayor, personas que después de tener una profesión, hijos y demás, vuelven a estudiar otra carrera. Dejan de ejercer como abogados, por ejemplo, y comienzan a estudiar medicina.
La vida no tiene normas. Somos nosotros las que las inventamos.
Celeste, rico tenerte aquí.
Un abrazo grande para todos. De todo corazón.
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